Mujeres que le ponen el pecho a duras realidades
Una defensora de los afro, siete matronas y una mototaxista se enfrentan cada día al reto de defender su género. ¿Cómo lo logran?
En conmemoración al Día de la Mujer recopilamos historias de vida que retratan la lucha de algunas representantes del género por sus ideales, sueños y por hacerle frente a la adversidad.
Jenny de la Torre, elegida como Mujer Cafam 2018, es una chocoana merecedora de la distinción por desarrollar programas humanitarios que buscan mejorar la calidad de vida de poblaciones vulnerables de Colombia.
Por su parte, la Fundación Matronas, dirigida por siete mujeres de diferentes ciudades de la Costa Caribe, contribuye a la reivindicación del género a través del activismo social, desarrollando programas pedagógicos en pro de los derechos de la mujer.
Por último, Inés Romero una mototaxista de 55 años, narra su historia dejando implícito un mensaje de resiliencia y superación de los obstáculos que se presentan en el camino, poniéndole el pecho a la realidad sin dejar que la oscuridad de los conflictos opaquen la cara amable de la vida.
Inés Romero, una mototaxista valiente con nervios de acero
“Nunca fui una mujer de privilegios, la vida es un viaje en el que hay que ser valiente y tener nervios de acero”, dice Inés Romero con el ímpetu de un guerrero antes de entrar al campo de batalla, que son las calles de la ciudad. Su caballo es una moto y su escudo un casco gastado. Literalmente, para esta mujer de 55 años la vida ha sido un combate sin pausa. Crió nueve hijos aunque solo parió cinco. Adoptó como suyos a tres que quedaron huérfanos tras el asesinato de su mejor amiga, y se quedó con otro bebé que fue abandonado en la puerta de su vivienda, en el barrio El Bosque.
Inés se describe como una mujer berraca de espíritu alegre y aventurero. Se vino de San Marcos, Sucre, a los 13 años y se casó al cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, hace 10 años un fatal accidente ensombreció su camino, pues por un titular del periódico ‘Al Día’ se enteró de que su esposo –también mototaxista–había sido arrastrado por el arroyo ‘El Salao’, y al no querer soltar su moto la fuerza del arroyo se lo llevó. Esta fue rescatada más adelante sin un rayón, pero su esposo perdió la vida ahogado. “Pensó en lo material, no en mí, ni en su familia”, relata con un asomo de tristeza que desaparece casi de inmediato cuando empieza a hablar de su empoderamiento y cómo ese detonante le hizo tomar el mando de su hogar. “Hace 10 años trabajo sola de sol a sol, soy echada pa’ lante, me gusta ponerme retos, no me arrugo, ni le tengo miedo a nada”, expresó. Tiene claro que su oficio es ilegal, pero ese ‘caballo de metal’ le da su único sustento.
“No tengo más opciones por mi edad. Soy respetuosa y honrada, por eso es que me gano la confianza de los clientes. Con esto me rebusco, aunque a veces da escasamente para comer”, agregó. Para Inés, ser mototaxi es difícil y al añadirle el hecho de ser mujer el riesgo es mayor, porque el acoso está siempre presente. “No he vivido episodios con hombres atrevidos, pero basta ser mujer para estar expuesta al peligro. He sido atracada cinco veces, apuñalada y han intentado robarme la moto. Menos mal he salido bien librada”, enfatizó.
A las 4:00 de la mañana se levanta a hacer el desayuno, asear su casa y llevar a sus nietos al colegio. Después se monta en su moto Honda Eco 100 y empieza a recoger pasajeros desde el puente de La Cordialidad con 21. En días malos se hace $20.000 y en los buenos hasta $100.000. “Es duro ser mujer y mucho más en un mundo de hombres, pero tener hijos es de valientes y quien tiene un pelao puede hacer lo que sea. De verdad se necesitan muchos huevos para ser mujer”.
Una mujer afro, por las féminas del mundo
Jenny de la Torre Córdoba es mujer, es negra y es colombo/española. Eso la hace ver, aparentemente, como una persona “ordinaria”, lo que justamente dice, es el significado de ser mujer. “Es hacer de lo ordinario algo extraordinario”. Por eso ha defendido desde su infancia a las mujeres y comunidades afrodescendientes, una noble tarea que la llevó a ser Mujer Cafam 2018. Esta chocoana activista, inspiradora y madre, comprendió desde niña, –quizás desde que llegó a Cartagena a los 6 años–, lo que era la diferencia. Creció entonces con la idea de fortalecer a las negritudes, se hizo abogada, socióloga, doctora ‘Summa Cum Laude’ en Perspectiva de Género en las Ciencias Sociales; Máster en Género, Mujer y Desarrollo y escritora.
Son sus estudios, su semblante, su poder de mujer, lo que la hace merecedora de una distinción que exalta su entrega, solidaridad y pasión por la población vulnerable de Colombia.
De la Torre es la fundadora de la Asociación de Mujeres Chocoanas por el futuro del Pacífico, desde la cual gestiona recursos estatales que benefician a más de 10.000 mujeres. Ahora capacita a 100 e impacta a 6.000 personas a través de un proyecto en la cuenta del río Munguidó (Chocó).
“Somos una herramienta de inclusión”, es su gran consigna.
Martes de Matronas, iniciativa de 7 mujeres
Lorena Bautista Riquett, María Alejandra Carrillo, Andrea Riquett y Estefanía Carreño, abogadas de profesión; Beatriz Bautista, diseñadora, y Miriam Riquett, quien trabaja en pro de los niños, crearon en enero del 2017 el sueño de su vida, la Fundación Matronas.
Con el objetivo de brindarles apoyo a todas las mujeres que se han sentido “solas”, iniciaron los últimos martes de cada mes un espacio llamado Martes de Matronas, donde las féminas emprendedoras pueden divulgar sus proyectos innovadores en la Alianza Francesa.
Temas sobre: feminismo, amor, parto natural, derecho sexual y reproductivo, sabiduría ancestral, no maternidad, aborto y energía femenina, entre otros, han sido tratados en estos conversatorios.
Bautista reveló que la finalidad de los Martes de Matronas es que las temáticas provengan de “una iniciativa de la mujer para la comunidad”.
En uno de estos eventos nació el colectivo 8M Baq, que busca la reivindicación de la mujer por medio del activismo social. Carrillo mencionó que hay muchas mujeres que están interesadas y dispuestas a que la sociedad las reconozca en todos los ámbitos.
Hoy estas mujeres explicarán desde las 3 p.m. hasta las 8 de la noche en la Plaza de la Paz “por qué en esta fecha no queremos flores ni felicidades”, sino el apoyo para continuar “luchando”. También, desean rendir homenaje a las mujeres que dieron la vida por la lucha feminista. Además con la colaboración de más de 35 organizaciones entre las que se encuentran la Alcaldía de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico, Caribe Afirmativo, entre otros, se realizarán letanías, actos musicales y exposiciones de temas que involucren a la mujer.
“Aún hay muchas mujeres que no son conscientes de la desigualdad en la que estamos. Al asistir a estos eventos construimos e intercambiamos ideas para ser partícipes de la construcción de ciudad”, expresó Carrillo.
“De nada sirve ir a una actividad del 8 de marzo y dejar que te maltraten en tu hogar”, dijo Bautista. Este año, las fundadoras abrirán un cine foro una vez al mes en La Perla.