El Heraldo
Editorial

Protejamos a Minca

Las autoridades de Santa Marta están en el deber de resolver los casos que hoy siembran temor en la población, para devolverle la tranquilidad al bello corregimiento samario.

Como una pequeña Nueva York enclavada en la Sierra Nevada de Santa Marta, Minca alberga proporcionalmente más extranjeros que cualquier otra ciudad del país, estimando su densidad poblacional. Entre sus cerca de dos mil habitantes conviven ciudadanos de 16 nacionalidades diferentes de forma permanente. Y arriban a ese lugar casi un centenar de personas, entre extranjeros y nacionales, a disfrutar del clima y de los paradisiacos paisajes.

Ha sido este corregimiento un atractivo destino turístico que en los últimos años sufrió los embates de la violencia, después de décadas de tranquila convivencia y de turismo selectivo dividido entre jóvenes mochileros andariegos y veteranos extranjeros que llegan a hacer avistamiento de aves.

En el marco de sus 21 grados centígrados y 650 metros de altura, con el mar a 45 minutos, Minca se volvió un magnífico sitio para vacacionar. Pero cuatro hechos recientes han cambiado ostensiblemente la percepción ciudadana de este remando de paz. Primero, el hallazgo del vehículo de una joven administradora de finca secuestrada en un municipio cercano. Luego, el asesinato de un habitante del sector. Después, la extraña desaparición de dos niños, de 6 años y 22 meses, en diferentes circunstancias.

Cuatro hechos notables en menos de dos meses han generado un comprensible temor en la población, dedicada al servicio del turismo y la agricultura. Así que el pequeño e histórico pueblo de la Sierra Nevada, azotado y tomado por la guerrilla en los 80, amenazado y brutalmente controlado por los paramilitares en los 90 y rescatado por la autoridad a finales del 2000, vuelve a experimentar una sensación de incertidumbre e inseguridad.

¿Es casual lo ocurrido?, se pueden preguntar las autoridades y la opinión pública ante un secuestro cuya víctima puede estar retenida en un lugar cercano a Minca, un homicidio y dos desapariciones en menos de dos meses, en una población tan reducida. Podrían ser hechos casuales, pero la población y las autoridades no pueden correr el riesgo de dejar al albur las coincidencias.

Las autoridades de Santa Marta, de donde Minca depende política y administrativamente, están en la obligación de resolver hasta las últimas circunstancias estos casos y devolver con vida a la administradora y a los dos niños, o al menos, tener respuestas concretas sobre sus paraderos, y sobre la identidad del homicida.      

Algunos habitantes de Minca han comenzado a e exigir un mayor control al ingreso de extranjeros, un reclamo que podría crear un ambiente xenofóbico en una población en donde la convivencia de distintas nacionalidades y el sonido de lenguas de otros países ha producido una convivencia ejemplar. Otro aspecto de queja y preocupación local es la falta de un Plan de Ordenamiento territorial, lo cual ha abierto una puerta de anarquía para construir en el espacio público y en la ladera del río.  Que Minca vuelva a ser el remanso de paz que fue. Que se abra al mundo con gente de todas las procedencias, que se respeten las leyes y que las autoridades implementen medidas efectivas para darle tranquilidad a la gente de este bello corregimiento samario.

Ahora disponible en: Spotify
Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Editoriales

El Heraldo
Editorial

PAE a cuentagotas

Justo cuando comienza el cuarto mes del año en curso y dos meses después del inicio del calendario académico, de los siete departamentos de la región Caribe tres no han comenzado aún a ejecutar el Programa de Alimentación Escolar al que est

Leer
El Heraldo
Editorial

Inflación sin control

La decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de subir las tasas de interés al 5 %, en un nuevo intento para contener la galopante inflación en el país, podría quedarse corta o ser insuficiente ante el alza de los precios que,

Leer
Ver más Editoriales
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.