Para seguir intentando acabar con los males endémicos colombianos, el país ha comenzado a reconocerse y a aceptar que durante muchos años vivió de espaldas a sus realidades. La negación de los otros, o del otro, el aprovechamiento irregular o ilegal de las posiciones dominantes y un sinnúmero de prejuicios religiosos, sociales y raciales nos han anclado e impedido lograr el desarrollo en lo humano y en lo económico.

Por eso, en búsqueda de la equidad, especialmente en lo racial, Colombia ha legislado, normatizado y argumentado con pocos resultados prácticos y reales. De hecho, el Registro Único de Víctimas establece en 813.080 el número de afros, raizales y palenqueros que han sufrido los vejámenes de los grupos armados ilegales.

En ese orden de ideas, desde hace 16 años se institucionalizó el Día de la Afrocolombianidad, celebrado ayer con una variada agenda cultural, que incluyó una serie de actividades como conversatorios, presentaciones musicales y una feria de servicios a las comunidades afrodescendientes, se conmemora la abolición de la esclavitud en Colombia, una batalla tan larga como la Independencia misma, que se inició con la Constitución de 1812 y se consolidó en enero de 1852.

Fueron 40 años de lucha para que los esclavos traídos por la fuerza y bajo las más horrendas humillaciones y ultrajes lograran obtener el derecho con el que nacieron en África y que habían perdido por el comercio de traficantes europeos de esclavos.

En el marco de esta celebración fue lanzado en Cartagena el proyecto ‘Diáspora Africana en Colombia’, el cual busca el justo y merecido reconocimiento de esa comunidad para hacerla más visible. La Heroica fue escogida por haber sido el punto de llegada y expansión de la cultura africana en el país. Se plantea así recuperar y preservar los derechos de la comunidad afrodescendiente, resaltar su riqueza cultural y reconocer su aporte al desarrollo del país.

Este importante homenaje, que se extenderá por todo el mes, nos servirá a los colombianos para comprender el valor de la diversidad cultural nacional. Servirá para abrir mayores espacios de diálogo. La propuesta es nacional, pero en particular Barranquilla tiene más de 150.000 ciudadanos afrodescendientes que hacen aportes diarios a la vida de esta capital, un cifra que corresponde a más de 13% de la población.

A todo esto se suma que hace dos años la ONU declaró que desde 2015 a 2024 sería el decenio internacional para los afrodescendientes, a fin de impulsar acciones buscando resarcir los daños históricos, un objetivo difícil cuando fueron siglos de esclavitud, abandono y racismo. Ya era hora, por esa gente luchadora y buena que ha desarrollado actividades sanas y además que tanto orgullo le ha dado a Colombia.

El Registro Único de Víctimas establece en 813.080 el número de afros, raizales y palenqueros que han sufrido los vejámenes de los grupos armados ilegales.