Ayer trascendieron dos noticias, ambas desde España, que, al menos en el ámbito iberoamericano, pasarán a la historia como sendos hitos en la larga lucha de las mujeres por la igualdad.
La primera se refiere a la composición del gabinete del flamante presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que contará con tres hombres (incluido el mandatario) y al menos ocho mujeres. Dos de ellas ocuparán las importantes carteras de Economía y Hacienda, hasta ahora reservadas a varones. Y una, la exministra Carmen Calvo, será vicepresidenta, con un abanico amplio de responsabilidades bajo su mando.
El socialista Sánchez –que llegó al poder tras impulsar una moción de censura contra su antecesor, el conservador Mariano Rajoy– parece empeñado en iniciar su mandato enviando mensajes de hondo calado simbólico y político.
Hace tres días, en su toma de posesión, defendió la aconfesionalidad del Estado al prometer su cargo ante la Constitución, sin la presencia de La Biblia y la cruz. Ayer, al anunciar su equipo de gobierno, quiso demostrar con hechos su compromiso con las mujeres, en un momento en que el feminismo se está haciendo sentir como nunca antes en el mundo, y de manera muy especial en España.
La otra noticia es la designación, por vez primera, de una mujer al frente de ‘El País’, el diario más influyente del mundo de habla hispana. La postulación de Soledad Gallego Díaz, que deberá ser ratificada por la Redacción, constituye al mismo tiempo un reconocimiento a la experiencia como valor: Gallego, quizá la periodista más respetada en su país, tiene 67 años, y casi toda su trayectoria la ha dedicado al reporterismo de calle.
Estos dos acontecimientos –la conformación del gabinete de Sánchez y el nombramiento de la directora de ‘El País’– no son hechos aislados. Se producen, como ya dijimos, en un importante momento de efervescencia del feminismo, que se manifestó con todo su poderío el 8 de marzo pasado, cuando cientos de miles de mujeres se volcaron en las calles de 120 ciudades de España para defender sus derechos y exigir igualdad.
Tras esa histórica protesta, han sucedido otros hechos de envergadura con protagonismo del género femenino, como la multitudinaria marcha contra la sentencia del caso de ‘La manada’ o la rebelión de las periodistas (los varones se sumaron después) de la televisión pública TVE contra la manipulación en ese medio.
España, pues, se ha convertido en epicentro de una potente ‘movida’ femenina que, seguramente, tendrá consecuencias en la configuración social del país. Lo que sería, sin duda, una excelente noticia.