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Yuberjen Martínez revolucionó a Gaira. Como una estrella de Hollywood. Foto por aquí, foto por allá. Antes de salir a su primer combate en los Juegos Bolivarianos y mientras soltaba sus manos, el antioqueño de 26 años nunca negó una imagen. Sonreía a propios y extraños. Las cámaras reposaban y lo daban como ganador sin ni siquiera haberse subido al ring. Y no falló porque las tarjetas de los jueces lo certificaron con una decisión unánime ante el ecuatoriano Carlos Quipo.

Siempre fue más. Desde el campanazo inicial Yuberjen se concentró en la humanidad de Quipo que intentaba mantener la distancia, pero la velocidad del local le hacía mella y castigaba su rostro. Así como en las justas olímpicas, ‘Yuber’ fue una máquina de tirar golpes. Parece que el agotamiento no estuviera en su mente. El primer asalto fue netamente para el colombiano.

En la segunda vuelta, de los tres pactados, Quipo salió al todo o nada porque las tarjetas no lo avalaban como triunfador. El nacido en Cantos Quijos, hace 27 años, se estrelló con una muralla. Consiguió algunos impactos de valor, pero nunca para quitarle el rótulo de vencedor al nacido en Turbo, Antioquia.

Llegó la fiesta. El tercer round desató la locura en el Coliseo de Gaira, escenario que estuvo a reventar e incluso muchos de los residentes en este sector tuvieron que quedarse detrás de los barrotes para ver al colombiano. Fue un asalto movido y dejó a relucir el cansancio de Quipo, que abrazaba a su rival para quemar tiempo.

Martínez expresó mientras señalaba la puerta: