La herida de Luis Narváez no cicatriza. Ha pasado más de un año de aquel golpe que aún no sana. Pero el volante barranquillero siempre pensó en la revancha y hoy la tiene a la vuelta de la esquina. El recio mediocampista barranquillero se metió entre ceja y ceja al Atlético Nacional. Esta vez no quiere dejarse quitar el título, y menos en el último minuto, como paso el miércoles 21 de mayo de 2014, en el estadio Atanasio Girardot, de Medellín.
‘‘Todavía tengo la espinita, en un minuto se me fue el título. Pero la vida y Dios nos lo vuelve a poner ahí, y otra vez cerramos en Medellín, entonces podemos hacer historia. Sería lindo ganar el título en Medellín. Tengo una espinita con Nacional que todavía me duele', expresó ayer con cara de desquite el barranquillero antes del entrenamiento del Junior, que se realizó en las canchas del Country, en Sabanilla.
Narváez tiene claro que si le siguen dando la confianza dejará todo en la cancha y no permitirá que ningún jugador de Nacional insulte a uno de sus compañeros.
'Yo siempre voy a darlo todo por esta camiseta y por mis compañeros. Quiero quedarme con esta final y más ganársela a Nacional. Yo soy hincha del Junior', agregó el mediocampista.