Los gratos recuerdos que Carlos Mario Goyén tiene de Junior
El exguardameta uruguayo es una de las legendarias figuras de la historia rojiblanca que estará este miércoles, a partir de las 8 p.m., en la inauguración de la Ventana de Campeones.
Las escenas están frescas en su memoria. Carlos Mario Goyén solo eleva la mirada un poco y empieza a recitar sin titubeos los nombres y características de los compañeros que tuvo en el Junior de 1986, el único año en el que se puso el buzo rojiblanco.
“El cabezazo de Rolando Cambell, que hoy no está con nosotros, lo recuerdo permanentemente; la calidad humana de Pedro Blanco, las locuras de Tony Salja, el vestuario con Juan Carlos Abello y Mario Coll. Haber jugado con ‘Bocha’ Ponce y Julio César Uribe fue algo extraordinario”, rememora el exarquero uruguayo con alegría y un tris de nostalgia.
“Me sorprendió mucho Didí Valderrama, la potencia que tenía, era muy bueno. La velocidad de William Rico, de José Angulo y de Amín Bolívar, quien estuvo poco tiempo porque se retiró, pero tenía mucha calidad técnica, era un ‘wing’ brasileño. Cortina era un ‘5’ muy bueno, de mucha presencia. La defensa, Tom Castell, ‘Lucho’ Grau, David Pinillos, los recuerdo mucho, con cariño. A Javier Castell también. Había una trilogía: Didí, Campbell y Castell, entre ellos había una disputa terrible porque los tres eran buenísimos. Y ‘Kiko’ Barrios, con una frente enorme y ese cabezazo que tenía”, agrega.
El baúl de los recuerdos está abierto para Goyén y más de 150 exjugadores de Junior que se encuentran en la ciudad para asistir este miércoles, desde las 8 p.m., a la inauguración oficial de la Ventana de Campeones, el monumento dedicado a la escuadra que tanta pasión despierta en la ciudad y en la región.
Goyén, que ya suma 66 años de edad, aceptó gustoso la invitación de Christian Daes y Tecnoglass, organizadores del evento, y se reencontró con viejos amigos que hace rato no veía como Luis Grau, David Pinillos, José María Pazo y Javier Chimá.
Con ellos y con EL HERALDO contó anécdotas de su exitoso ciclo como ‘tiburón’. “Cuando yo venía para acá, un corresponsal de Caracol en Buenos Aires me advierte: ‘ten cuidado con el relator Édgar Perea, es bravísimo, te va a asesinar como no hagas las cosas bien, ten cuidado’. Al llegar al aeropuerto de Barranquilla, viene un periodista y me pregunta si me puede poner en contacto con el señor Perea. Yo le digo: ‘sí, con mucho gusto, cómo no’. Recuerdo que en un teléfono público metió las moneditas, llamó a la emisora y me sacó al aire con Perea, quien me dio la bienvenida: ‘Carlos Mario Goyén, campeón del mundo, para mí es un honor entrevistarlo’. Lo interrumpo y le digo: ‘no, señor Perea, el honor es para mí por hablar con el mejor relator de América. Se terminó el problema, a mí me podían hacer goles de todos los quilates y calibres, el hombre decía: Carlos Mario es el mejor jugador de la cancha (risas)”.
Carlos Mario Goyén, ex arquero uruguayo, habló con @elheraldoco y recordó una anécdota de su paso por Junior en 1986. Este miércoles estará en la Ventana de Campeones. pic.twitter.com/2ux82V6ZGD
— DeportesEH (@DeportesEH) October 13, 2021
El exportero charrúa, que vino a Junior procedente del Independiente de Avellaneda tras salir campeón de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental, brilló tanto en el partido amistoso que Junior empató 0-0 ante ‘la Albiceleste’ de Diego Maradona (el 14 de mayo de 1986) que EL HERALDO tituló: Goyén 0, Argentina 0.
“La inauguración del Metropolitano y todos esos amistosos son un recuerdo imborrable y vamos quedar en la historia justamente por eso. Salir del Romelio, ir a jugar al Metropolitano, inaugurarlo, jugar contra la selección de Maradona, que a los pocos días salió campeón mundial y Junior le jugó de tú a tú. Eso va a estar grabado siempre en mi corazón”.
Hacer parte de la ‘Aleta del Tiburón’, como también se le conoce al monumento, entusiasma a Goyén y dice que le confirma el crecimiento que le ha visto a la ciudad.
“Como jugador vine a un pueblo y ahora me encontré con una Miami, qué suerte. Y me alegra el crecimiento. Lo que si no ha cambiado es la cordialidad de la gente, la calidez humana. El barranquillero es muy especial, por eso la selección Colombia juega acá”.