No se guardó nada. El mánager venezolano Lipso Nava le dio ‘palo’, a través de un comunicado de prensa, a José Víctor de Castro, gerente general de Caimanes de Barranquilla, y a Roger Figueroa, gerente deportivo, quienes según el coach de la organización de los Gigantes de San Francisco 'no se comportaron a la altura' durante la temporada de la Liga Colombiana de Béisbol Profesional, donde la novena barranquillera quedó eliminada en la serie semifinal ante Gigantes.
Nava, de 51 años, aseguró que los dirigentes de la organización barranquillero le incumplieron varios pagos y tuvieron fallas en la realización de los contratos de los grandesligas venezolanos Sandy León y Adrián Sánchez, quien no alcanzó a disputar ningún juego.
'En líneas generales la experiencia no fue positiva, porque al final el equipo de Caimanes de Barranquilla, su gerente general José Víctor de Castro, y el gerente deportivo Roger Figueroa no se comportaron a la altura que uno espera como profesional. El equipo incumplió con una parte del pago que estaba en mi contrato si lográbamos la clasificación, y peor aún, me mantuvieron más de una semana en Barranquilla y pretendían que me quedara hasta el 21 de este mes para ellos no tener que pagar una multa por adelantar mi boleto aéreo. Tuve que poner dinero de mi bolsillo, no solo en esa estadía después de terminar nuestra temporada, sino para comprar mi boleto aéreo para poder regresar a mi casa y cumplir con otros compromisos en Estados Unidos, lo que es algo inaudito', aseguró Nava.
'El mismo gerente deportivo se fue del país para cumplir sus compromisos con su organización en Estados Unidos y nos dejó a mí y a otros importados del equipo sin darnos una respuesta positiva para nuestro retorno a casa. Y eso fue una de las tantas cosas que me demostraron que la Liga de Béisbol de Colombia no está preparada para pertenecer a la Confederación del Caribe', agregó.
Por último, Lipso Nava aseguró que nunca volvería a dirigir en Colombia y consideró que de no mejorar las cosas la liga criolla no debería tener un lugar fijo en la Confederación del Caribe.
'En este equipo la parte gerencial dejó mucho qué desear desde el principio, cuando apenas recibimos los uniformes el mismo día inaugural, teniendo a mis peloteros trasladándose para jugar en autobuses que no cumplen con las condiciones mínimas para que puedan descansar, y hasta incumplir contratos tanto de palabra como firmados con peloteros de la talla de Adrián Sánchez y Sandy León, quienes le darían un plus a mi line up y un realce a ese béisbol. Agradezco la oportunidad que me dieron allí, pero de verdad que tienen demasiado qué mejorar si pretenden llevar a ese circuito al nivel de las ligas del Caribe,' dijo.