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No lo olvida. René Higuita recuerda perfectamente todo lo que rodeó su llegada a Junior en el primer semestre de 2001.

Aunque su estadía en el arco rojiblanco terminó siendo fugaz y pasajera al partir en medio de la temporada, el legendario excancerbero, autor de la célebre jugada del escorpión, tiene tatuado en su mente varios recuerdos de aquella época en la que compartía camerino con Bélmer Aguilar, José Amaya, Marquinho, Eudalio Arriaga y Orlando ‘el Fantasma’ Ballesteros, entre otros.

Higuita, todo un símbolo del fútbol colombiano, ampliamente conocido en el mundo del fútbol, dio de qué hablar desde su arribo a Barranquilla.

Aunque ya no estaba en sus años mozos (llegó con 34 calendarios a cuestas), tenía su popularidad intacta y parte de la hinchada se entusiasmó con su incorporación.

La presentación de Higuita y del resto del equipo se hizo en la tribuna de sombra del estadio Romelio Martínez, de noche, con entrada libre para la afición. La barra Frente Rojiblanco, la más grande del club en esos momentos, asistió y dedicó cánticos al antioqueño. “Oooléeee, olé, olé, oléee… ‘Loco’, ‘Locoooo’”, coreaban.

“Sí, la llegada, el recibimiento, el cariño de la gente… ¡Por Dios! Yo no tengo sino agradecimiento, solo gratitud con todos, desde el ‘papá de los pollitos’ (Fuad Char) hasta la afición. Uno de los clubes grandes de Colombia es Junior”, expresó Higuita en charla con el programa ‘En la jugada de EL HERALDO’.

Higuita comenzó jugando como titular, disputó dos partidos de Copa Libertadores ante Rosario Central en Barranquilla y frente a Vélez Sarsfield en Buenos Aires. También actuó en unos encuentros de la Liga, pero al poco tiempo se marchó.

René Higuita junto al entrenador de arqueros de Junior en 2001, Álvaro Álvarez, y los otros dos guardametas rojiblancos, Calixto Chiquillo y Gustavo Paternina.

“Quedé como con esa deuda en mi corazón porque todo estaba dado para hacer una buena temporada, de hecho empezamos bien. A raíz de mi salida empezó el equipo para abajo”, aseguró el antioqueño, que se coronó campeón de la Copa Libertadores con Nacional y se destacó en el Mundial de Italia-1990 con la selección Colombia.

¿Entonces qué ocurrió? ¿Por qué Higuita terminó abortando su permanecía en la escuadra tiburona?

“Fue un paso fugaz. Tuve un problemita con la parte técnica. Estaba Nolberto Peluffo (como entrenador). Era un equipo muy bueno, estaba respondiendo bien en Copa Libertadores. Cuando yo hablo con los Char, me dicen: acá el que manda es el técnico. Yo dije: bueno, listo, qué lástima y qué pena con ustedes porque no me quedaron debiendo ni un solo peso”, relató ‘el Loco’.

“Fue una decisión de la noche a la mañana. Yo recuerdo que nosotros entrenamos un día domingo para descansar lunes ya que el equipo alterno iba a Bucaramanga, y como perdimos allá, ‘el Mono’ (Peluffo) me llama para decirme que había que ir a entrenar el lunes, y yo le digo: no, yo voy por la tarde, yo ya en la mañana no. De hecho yo había estado en la noche (de domingo) con Marquinho, habíamos salido en familia. Pero sí o sí había que ir. Yo no fui, y al mediodía ya me estaban echando. Qué lástima, porque, ¡ay dios mío!, tenía muchas ganas de jugar allá, pero bueno, no se me dieron las cosas”, puntualizó resignado.

Higuita jugó en varios clubes de Colombia: Millonarios, donde debutó; Atlético Nacional, con el que ganó varios títulos; Medellín, Junior, Real Cartagena , Deportivo Pereira, Bajo Cauca (Primera B) y Deportivo Rionegro (Primera B).