Un grupo de seis gimnastas alemanas, entre ellas Pauline Schäfer que fue campeona del mundo en 2017 en barra de equilibrio, han acusado a la entrenadora Gabriele Frehse de haberlas sometidos a malos tratos durante años en el centro de alto rendimiento de Chemnitz (este del país), desveló la revista 'Der Spiegel'.
Según Schäfer, Frehse la sometió a oprobios que van más allá de lo que normalmente puede soportar un ser humano.
'La situación empeoró especialmente cuando empecé a tener mi propia opinión y quería ser más que un pequeño robot que hacía gimnasia', dijo Schäfer en declaraciones a la revista 'Der Spiegel'.
Otras deportivas acusan a Frehse de haberlas empujado a un comportamiento alimenticio insano y de haberlas forzado a tomar fuertes analgésicos, sin conocimiento de sus padres.
Frehse no ha querido tomar posición ante las acusaciones, pero su abogado dijo que se trata de afirmaciones sin fundamento.
La Federación Alemana de Gimnasia (DTB) admitió ante 'Der Spiegel' que el comportamiento de una entrenadora en el centro de alto rendimiento de Chemnitz había conducido a medidas disciplinarias.
Estas denuncias siguen a otras de similar gravedad formuladas por gimnastas del Reino Unido, Holanda o Estados Unidos. La Federación Internacional celebró el pasado octubre un seminario para analizar cómo se puede crear 'una cultura de respeto' y un 'entorno seguro' en este deporte.
El presidente de la Federación, el japonés Morinori Watanabe, reconoció que su deporte necesita 'una nueva forma de entrenar'.
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