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El excapitán de la selección inglesa y del Chelsea John Terry anunció este domingo su retirada a los 37 años para continuar su carrera como entrenador.

Terry, que realizó casi toda su carrera de jugador en el Chelsea, jugó la pasada temporada en el Aston Villa pero no pudo devolver al histórico equipo de Birmingham a la Premier League.

Sin contrato desde el mes de junio, Terry podría regresar a Villa Park como integrante del cuerpo técnico del Aston Villa después del cese del entrenador Steve Bruce a comienzos de esta semana.

Otra leyenda de la Premier, el francés Thierry Henry, estaría en negociaciones para entrenar a los 'Villanos'

'Tras 23 años increíbles como futbolista, he decidido que ahora es el momento oportuno para dejar de jugar', escribió Terry en un mensaje publicado en su cuenta de Instagram.

Terry, que fue internacional con Inglaterra en 78 ocasiones, rechazó recientemente jugar en el Spartak de Moscú, asegurando que un traslado a Rusia no era una buena idea para su familia.

Su último partido como profesional fue el play-off de ascenso que el Aston Villa perdió con el Fulham en mayo y que no permitió al club de Birmingham regresar a la Premier League.

No obstante, lo más recordado de Terry será sin duda sus años pasados en Stamford Bridge, donde se convirtió en una leyenda al ser uno de los componentes del equipo que ganó la Liga de Campeones en 2012, la única que tiene el Chelsea en su palmarés.

Terry también ganó cinco títulos de la Premier League (2005, 2006, 2010, 2015 y 2017) y cinco FA Cups.

La prensa inglesa también especula con la posibilidad de que Terry regrese a Stamford Bridge como miembro del cuerpo técnico del actual entrenador, el italiano Maurizio Sarri.

Terry también será recordado por el incidente que le costó la capitanía de la selección inglesa, cuando en 2011 habría llamado 'negro' a Anton Ferdinand, jugador del QPR y hermano de Rio Ferdinand, su pareja en el centro de la zaga en el equipo nacional.

Terry fue absuelto por la justicia civil, aunque recibió cuatro partidos de sanción y tuvo que renunciar a la capitanía de la selección inglesa.