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En el triunfo se conocen a los grandes deportistas. La gloria y una medalla de oro en el cuello pueden elevar los pies a un campeón. Yuberjen Martínez aterriza para darle más brillo a su victoria en los minimosca del boxeo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. 

'La medalla la recibí y primero me acordé de mi familia, en todo el sacrificio que he hecho pero en realidad se la dediqué a Diego Rodríguez, fisioterapeuta y su hijo recién nacido. Él se ha portado muy bien con nosotros. Ha sido como un hermano mayor en este gran equipo de la selección'.

Al fisioterapeuta lo conoció hace más de un año en Bogotá, sede de entrenamientos y del Centro de Ciencias del Deporte,  y lo maravilló con su carisma. 'Su forma de ser me gusta. Es una gran persona. Nos ha enseñado mucho acerca de la humildad. Él también ha venido de abajo con una historia de vida. Luchado para llegar donde está', cuenta Yuberjen Martínez. 

'La selección de boxeo es una familia. Se destaca por ello y coincidió el nacimiento de mi primer hijo, Diego Alejandro. Yuberjen me dijo que si ganaba haría la dedicatoria', recuerda el fisioterapeuta, de 28 años. 

Diego Rodríguez ha devuelto esa admiración compartiendo su conocimiento y fortaleciendo la amistad. En más de un año de convivencia ha revelado decisiones como el día que renunció al cargo de docente e investigador de la Universidad de la Sabana en la capital para conformar el equipo de profesionales de selecciones del ciclo olímpico. 

El fisioterapeuta cuenta que en ese interés de escuchar y aprender que muestra Yuberjen ha generado empatía. 

'A él le llama la atención mi paso de ser magíster y especialista, investigador y académico a entrenar y acompañar el boxeo. Noto su curiosidad. Le parece interesante. Siempre está dispuesto a recibir recomendaciones', explica Rodríguez.