Tal vez, para los hinchas del Junior que gozaron con brasileños legendarios como Garrincha, Heleno De Freitas, Dida o Victor Ephanor, Marcos Cardoso 'Marquinho' no se cuela en su galería de preferidos. Pero para las nuevas generaciones, que lo vieron protagonizar dos subcampeonatos y anotar 55 goles en 208 juegos con la camiseta rojiblanca (entre 1999 y 2004), seguramente signifique mucho más.
No tenía tanta fantasía como sus compatriotas de antaño, pero Marquinho fue efectivo y dejó una huella estadística más valiosa que la de varios de ellos: es el octavo máximo goleador del equipo 'Tiburón' en toda su historia y el tercer máximo artillero extranjero, solo superado por Ephanor (86) y el uruguayo Nelson Silva Pacheco (81).
Después de varias semanas de búsqueda, EL HERALDO pudo contactarlo en Río de Janeiro.
¿Qué hay de su vida?
Yo vivo en Río de Janeiro, Brasil, estoy acá, jugando fútbol, como siempre, y disfrutando de la familia.
¿No hizo el curso de entrenador?
Sí, lo hice en la Federación del estado de Río, pero como estuve muchos años afuera, es complicado ejercer. Sigo jugando fútbol (recreativo) y tratando de conseguir un equipo para que mi hijo pueda seguir la profesión de futbolista. Estaba jugando en tercera división, tiene 19 años de edad.
¿En qué posición juega?
De volante creativo y delantero.
¿Mejor que el papá?
No, no, todavía le falta (risas). Pero es zurdo también.
¿Cuántos hijos tiene?
Dos, Mariana, de 15 años, y Mateeus, de 19. Ella nació en Brasil y él en Venezuela. Mateeus jugó en las divisiones menores del Junior.
¿Por qué no lo ha probado por acá?
(Risas) Él me dice: papá, pruébame por allá para saber si sirvo o no sirvo. Yo le digo: cálmate, no tengo contacto con nadie por allá.
¿No se comunica con nadie de Barranquilla?
Tengo contacto con Ballesteros y Hayder Palacio. Últimamente con Éver Salas y Peñaloza (Roberto). Siempre estamos hablando por internet.
¿Qué se hizo al salir del Junior en 2004?
Me fui a Costa Rica, luego regresé a Colombia, al Quindío. De ahí me fui al Monagas de Venezuela, volví al Quindío y me llamaron de Brasil para jugar en un equipo de segunda, Tigre. Me vine para acá, me quedé y me retiré.
Pero, por lo que vemos en su Facebook, sigue jugando a nivel recreativo…

Marquinho en una foto tomada el domingo anterior.
Sí, sí, acabamos de quedar campeones de un torneo sub-50, yo ya tengo 46 años.
¿Qué recuerda de su paso por el Junior?
Yo extraño todo de Colombia, de Barranquilla principalmente porque viví muchos años ahí, hice muchos amigos. Mis hijos crecieron ahí, me trataron muy bien desde el primer día en que llegué. Fui muy feliz allá. Yo creo que en mi vida tomé buenas decisiones, la única equivocada fue cuando resolví regresar a Brasil. Allá conocía mucha gente en el medio futbolístico, allá estaría por lo menos con una escuelita de fútbol y haciendo lo que más me gusta.
La gente lo recuerda mucho…
Es bueno saber que la gente no se olvida. Yo tampoco me olvido.
¿No hace nada distinto al fútbol?
No. A veces voy a barrios a mirar jugadores porque algunos amigos me piden que les recomiende jóvenes entre los 15 y 20 años en los que valga la pena invertir.
¿Su mejor socio en el Junior fue Eulalio Arriaga?
Sí, verdad. Es que estuvimos juntos en Quindío y Envigado. Ya conocía mi forma de jugar. Yo creo que la mayoría de goles que hice tengo que agradecérselos porque le tocaba la pelota a él y me iba corriendo para el área porque yo sabía que el balón iba a regresar para definir.
Usted rara vez desperdiciaba un penal…
Sí, casi nunca perdí un penal. Pero en cada semana tenía que patear diferente para que los arqueros no adivinaran.
¿Cuál fue su mejor época en Junior?
Yo siento que rendí en todos los años que estuve en Junior. Yo recuerdo que fui goleador tres años consecutivos, y con delanteros muy importantes como Ballesteros, Álex Comas, Zambrano. Eso me dejaba muy tranquilo.
'El Zurdo' López fue quien lo trajo a Barranquilla…
Así es. Me gustaría saludarlo otra vez porque fue una persona que me ayudó bastante.
¿Qué anécdotas tiene con 'El Zurdo' López?
Me acuerdo que los compañeros que quedaban en la banca me contaban que 'El Zurdo' cada vez que nosotros pateábamos al arco él pateaba también. Hacía los mismos gestos y los muchachos se reían mucho. Es una gran persona.
¿Cómo le fue con Norberto Peluffo?
Peluffo era jodido. Jugaba mucho con nosotros. Tenía calidad. ¡Pero teníamos que entrenar bastante con él! ¡Uff!
¿Más que con Miranovic y Pinto?
¡No! Con Pinto era más bravo que con Peluffo, ¡bravísimo! Recuerdo que cuando Pinto llegaba en la mañana se paraba en la puerta del bus y cuando le íbamos a dar la mano para saludarlo, él hacía de todo para abrazarnos para saber si alguien olía a alcohol (risas). Pinto nos saludaba con un abrazo para saber quién tenía tufo. Decía: no mi hermano, la mano no, deme un abrazo (risas).
Era estricto…
Sí, pero muy preparado. Tenía un gran material antes de los partidos y en las charlas. Es un técnico muy capacitado.
¿Los abrazos de Pinto nunca le detectaron tufo a usted?
¡Nooooo! Ahí sí no, no me gustaba faltarle el respeto al grupo. ¡Jamás!
¿Cómo le fue con Miranovic?
Bien, tranquilo, me daba toda la confianza, una persona muy buena. Todos los entrenadores que tuve siempre sumaron para mi carrera.
También regañaba bastante…
Sí, cuando uno paraba la pelota con la pierna equivocada, detenía la práctica y gritaba. Era bravo.
¿Cómo hacía usted que era tan zurdo? La derecha la tenía para montarse al bus…
(Risas) Para eso sí me servía.
¿Usted supo que Miranovic falleció en 2012?
¡¿De verdad?! ¡No sabía! ¡Qué noticia tan triste! De verdad que no sabía. Pensé que vivía en Barranquilla.
¿Cómo le fue con la rumba en Barranquilla?
No voy a decir que no tomaba mis cervecitas porque es imposible, pero lo hacía en mi casa. Nunca nadie me vio de rumba en Barranquilla, jamás. Compraba y me iba para mi casa tranquilo. Todos toman, pero tienen que saber la hora, momento y lugar en que lo hacen.
¿Cuál es el gol que más recuerda en Junior?
No sé, fueron 75 u 85 goles que hice en Colombia. Es complicado encontrar uno, pero yo creo que puede ser el del subcampeonato que le anoté de cabeza al Santa Fe, en Bogotá. Arriaga me hizo el lanzamiento en el área.
Aldo Leao Ramírez arruinó la ilusión de título esa vez…
Sí, nos empató 1-1. Rechazaron una pelota, quedó corta, Aldo Leao pateó e igualó el juego. Quedamos subcampeones.
Fue el primero de dos subcampeonatos suyos con Junior. El otro fue en Manizales ante Once Caldas…
Así es. En Manizales no nos pitaron un penalti claro faltando cinco minutos para el final, empujaron a Ballesteros. Y nos expulsaron a Arzuaga empezando el partido.
¿Cuál de esas finales le dolió más?
La de Bogotá porque teníamos el partido en la mano, faltaban pocos minutos para ser campeones. Estábamos ganando 1-0.
Bajo el mano de Jorge Luis Pinto casi llega a otra final…
Ah, sí, con el empate ante Medellín, en el Atanasio, llegábamos a la final, pero perdimos 1-0 contra un equipo de reservas. Ese partido dolió bastante.
Ya en esa época usted no era riguroso titular, alternaba con Macnelly Torres…
Así es. Yo creo que aporté algo para él. Era un muchacho de muchas cualidades en aquel momento y ahora más todavía. Fue un placer muy grande tenerlo de compañero. Estuvo en varios equipos grandes y ahora regresó a Nacional. Con Pinto tenía que entrenar bastante porque ya aparecía Macnelly, que era más joven y con más fuerza física, yo ya estaba terminando. Me alegra saber que el 'Mac-10' surgió.
¿Recuerda haberle aconsejado algo?
Que tenía que seguir adelante y trabajar bastante. Que debía estar preparado físicamente para poder destacarse.
¿Está pendiente de la actualidad del Junior?
Sí, claro. Junior siempre va a estar en mi corazón.
¿Con quién hizo más amistad?
Con Hayder Palacio, ese es una figura. Ese y Arriaga son mis 'panas'.
¿Qué anécdotas tiene con ellos?
Recuerdo que en un viaje que hicimos a Pasto, en una turbulencia del avión, Ballesteros gritaba como loco: ¡Ay Dios mío! Y Hayder tenía las manos sudadas. Era miedoso en los aviones.
¿Se ha engordado mucho después del retiro?
No, es que yo ando jugando torneos en cancha sintética. Mañana (el domingo) ya tengo que ir a otra ciudad a jugar otro torneo sub-50 en otra ciudad. Hay tres amigos que me inscriben en todos los campeonatos.
¿Y sigue jugando de volante creativo?
Sí. Pero cuando no hay lateral izquierdo, yo juego por ahí. No se necesita correr tanto, solo tocarla (risas).
¿Cuál fue el volante de marca que mejor lo marcó?
Edwin Valencia era bravo, no daba espacio.
¿Cuál fue su momento más flojo en Junior?
¿Mi momento más flojo? De pronto fue con Miranovic. En algunos partidos no fui titular y no contribuí con todo lo que tenía que contribuir.
¿Perdió contacto con Othon Dacuña?
Sí, no tengo contacto con él, pero cuando estaba en Junior nos reuníamos con el grupo de brasileños que hay allá en Barranquilla.
¿Cuándo piensa regresar a Barranquilla?
Ganas no me faltan. Muy pronto me voy a reencontrar con todos los amigos que dejé allá.
Arriaga dice que hace rato no le contesta los mensajes que le deja en Facebook...
(Risas) Ese cojo es un agrandado, ¡'El Cojo' Arriaga!
¿Nunca le pusieron apodo?
El que me puso apodo fue el periodista Hugo Luis Urruchurto, de ese no me olvido (risas). Me puso 'la Rata' Marquinho. ¿Qué tal? Yo no lo escuchaba, pero los compañeros me contaban todo lo que él decía de mí. Una vez él estaba llegando a la sede del Junior y le dije: por Dios hermano, ¿cómo tú me vas a llamar 'la Rata'? Imagínate mi familia escuchando ese apodo. Me dijo: bueno, no te lo voy a decir más. No tenía bronca con él, es buena gente.
Usted tenía una jugada característica en la que daba varias vueltas con la pelota. A veces le salía y en otras se enredaba...
Sí, es verdad, yo me acuerdo. Cuando buscaba a quién tocarle el balón y no encontraba, me tocaba hacerla para no perder la bola.
'YO PUSE ESTE MENSAJE: AL JUNIOR SE RESPETA NOJODA'

Marquinho, Amaya, Rolong y Arzuaga con el mensaje.
¿Cuál partido recuerda en Junior?
Uno contra Rosario Central en la Copa Libertadores y otro contra Millonarios que ganamos 5-0 en el Metropolitano. Hice un gol casi en el tiro de esquina.
En las semifinales del segundo semestre de 2003, Junior perdió un partido ante Nacional 1-0, en Medellín, en medio de una polémica porque el gol fue en claro fuera del lugar. En la vuelta, en Barranquilla…
(Interrumpe Marquinho) Yo ya sé a dónde vas, ya sé a qué te refieres. Yo en la semana dije: tenemos que hacer algo hermano, así no se ganan los partidos, se ganan en la cancha. Entonces escribí en un pedazo de tela: Al Junior se respeta nojoda. Me lo guardé en la pantaloneta y salimos a la cancha. Cuando anotamos el gol con el que ganamos en Barranquilla saqué el pañuelo y les dije: ¡abran bien eso y muéstrenlo!
Usted fue quien lo hizo…
Sí, yo escribí el mensaje. Nadie sabía. Yo llegué al camerino, me metí en el baño y corté una camiseta. Ninguno sabía hasta que estábamos celebrando y les dije: abran eso.
Fue un buen desahogo. La gente lo celebró bastante y la foto con el mensaje salió al otro día en la primera página de EL HERALDO…
Es que eso no podía quedar así. Teníamos que responder.
¿Por qué ya no vienen a Colombia buenos jugadores brasileños?
Porque le están pidiendo jugadores al empresario equivocado. Acá en Brasil no está jugando el que sabe jugar, juega el que tenga representante con dinero. El que pague, juega. Aquí es así. Por eso el fútbol brasileño está cayendo
¿Se pierden muchos jugadores buenos?
Seguro que sí. Desmotivan a los jugadores porque les ponen por encima a uno que no juega más que ellos. Va a tocar hacer un equipo aquí para que Junior se lleve los jugadores gratis.