Tiger Woods tiene ahora otro motivo para sentir desagrado por las cámaras de la prensa. Una de estas le habría costado la pérdida de un diente.
El golfista realizó ayer una visita sorpresiva a Italia para ver a su novia Lindsey Vonn que ganaba en el Mundial de Esquí. Y la foto que acaparó la atención fue la de Woods, sin uno de sus dientes frontales.
Su agente dijo que un golpe con una cámara le causó la caída de esa pieza dental.
'Cuando se arremolinaron los fotógrafos en la premiación del Mundial, un integrante de la prensa, que llevaba una videocámara montada en el hombro se abrió paso, dio la vuelta y golpeó a Tiger en la boca', dijo el agente.