Sergio Romero, el discutido guardameta argentino es hoy el nuevo héroe de la Albiceleste, vencedor del momento más crítico para todos los arqueros, cuando en sus manos está la clasificación de su equipo en un Mundial.
Desde que en 1891 se introdujeron los penaltis en el fútbol, éste ha sido el momento culminante de un portero, cuando se encuentra más solo y a la vez más vigilado, objetivo de todas las miradas.
Por encima de todos, está el mítico Lev Yashin, el único arquero que tiene un Balón de Oro (1963) en sus vitrinas, llegó a detener 150 penas máximas en su longeva carrera.
Por tanda de penaltis, entró en el Olimpo el suplente argentino Sergio Goycochea, quien alcanzó la gloria en Italia’90.
Goycochea parecía condenado a la suplencia hasta que Nery Pumpido se rompió una pierna y le ofreció la oportunidad de su vida. En cuartos, el 0-0 ante Yugoslavia al final de la prórroga le permitió consagrarse. Tras fallar Maradona su disparo, se acercó al astro y le dijo: 'Quedate tranquilo, monstruo, que atajo dos'. Cumplió su promesa, detuvo los de Brnovic y Hadzibegic y Argentina pasó a las semifinales.
En Brasil 2014, también se ha demostrado la importancia del factor mental. En los cuartos de final, Louis Van Gaal confió en Tim Krul, un meta que con el Newcastle sólo había detenido dos de veinte lanzamientos desde los once metros.
En el último minuto de la prórroga, sustituyó a Jasper Cillessen por Krul y sembró la duda en Costa Rica. ¿Estaban ante un especialista? El propio Krul aumentó esa sensación al acercarse a los lanzadores ticos para advertirles que sabía por dónde iban a disparar. Rechazó los disparos de Bryan Ruiz y Umaña y metió a Holanda en semifinales.
El miércoles, sin embargo, no repitió Krul frente a Argentina y el protagonismo se lo robó Romero. Van Gaal hizo los tres cambios antes, Cillessen se mantuvo en la portería, pero el protagonismo pasó a la portería albiceleste.
Elevado a la condición de héroe, Romero se enfrentará al domingo al mejor guardameta del torneo, Manuel Neuer.