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Holanda, entusiasmada tras vencer a España 5-1 en la primera fecha del grupo B, rozó el abismo ante Australia, que perdió 2-3 pero dignificó el fútbol con un partido portentoso en el que estuvieron a punto de dar la sorpresa y dejar a sus rivales a expensas de un encuentro ante Chile en la última jornada que podría haber sido de infarto.

Los holandeses saltaron al campo con el mismo sistema con que vapulearon a España. Cinco defensas, de ellos, dos laterales largos. Los hombres de Van Gaal se dedicaron a ceder la pelota y a esperar un contragolpe; mientras que Australia mantuvo el control total del juego sobre los primeros 45 minutos.

A pesar del reinado australiano en el césped del Beira-Rio de Porto Alegre, Arjen Robben, con una carrera endiablada de 40 metros abrió el marcador para los actuales subcampeones del mundo, pero un minuto despúes Tim Cahill emparejo la serie antes de ir a los vestuarios.

En la parte complementaria Australia salió al todo o nada, sediento de una victoria que lo mantuviera en la pelea por seguir de pie en la vigésima edición de la Copa del Mundo, y lo logró con Mile Jedinak, quien a través de los doce pasos, tras una mano de Daryl Janmaat puso el 2-1 parcial. Algarabia para los canguros y justicia para el compromiso.

Michael Sohn/APNetherlands' Arjen Robben, front, scores the opening goal past Australia's Matthew Spiranovic and Australia's goalkeeper Mat Ryan, left, during the group B World Cup soccer match between Australia and the Netherlands at the Estadio Beira-Rio in Porto Alegre, Brazil, Wednesday, June 18, 2014. (AP Photo/Michael Sohn)

A los 21 minutos, Robben puso en ventaja a Holanda.

Nuevamente con el marcador abajo Holanda puso el acelerador y encontró en Robin Van Persie la paridad mediante un zurdazo que dejó al guardameta Matthew Ryan sin reacción.

Van Gaal envío en un acto, quizá de premonición, a Memphis Depay, el salvador de Holanda, porque él marcaría el tercero con un remate desde fuera del área con ayuda del portero Ryan, que no calculó bien la estirada y se tragó la pelota.

Justo antes Leckie falló una clarísima oportunidad para adelantar a Australia, pero el fútbol no estaba del lado de los oceánicos y acabó imponiéndose Holanda, que se llevó tres puntos en uno de los partidos más bonitos del Mundial.

El fútbol fue glorificado en el estadio Beira-Rio, testigo de la clasificación de Holanda y de la despedida de una selección australianaque demostró dignidad y sacrificio. Efe