La Academia de Hollywood agasajará a los 1.500 invitados del Governors Ball, la fiesta oficial posterior a los Óscar, con una cena que incluirá cerca de 5.000 botellas de champán y vino dentro de una sala decorada con 10.000 flores procedentes de varios países.
El evento, que tendrá lugar en una sala próxima al Teatro Dolby, donde se llevará a cabo la gran gala del cine, contará con una decoración relacionada con la naturaleza, con numerosos detalles florales, paneles y jardines verticales de diseño 'clásico y elegante', según Cheryl Cecchetto, productora de la fiesta.
De hecho, los organizadores dispondrán de 10.000 plantas llevadas específicamente para la ocasión desde Colombia, Ecuador, Holanda y Nueva Zelanda, con la intención de convertir ese espacio en un parque por donde pasear, charlar y disfrutar de los cócteles.
El artista John Legend pondrá el toque musical en esta fiesta, en la que se descorcharán 1.350 botellas de champán y 2.400 botellas de vino.
Pero, tal y como recuerda el chef austríaco Wolfgang Puck, lo que verdaderamente importa a los invitados es la comida, ya que algunos 'pasan toda la semana sin comer para poder entrar en sus trajes y vestidos y llegan a la cena muertos de hambre'.
Para evitar desvanecimientos, Puck, con ayuda del chef Matt Bencivenga, ha preparado un menú que promete dejar satisfechos a todos los presentes, independientemente de que hayan ganado la estatuilla dorada o no.
'No es el momento de experimentar, así que nos ceñimos a los platos más exitosos, de los que más disfruta la gente en nuestros restaurantes', comentó Puck, relamiéndose entre las muestras de comida que su equipo enseñó a la prensa.
La noche del 2 de marzo se servirán 1.300 ostras, 5 kilos de caviar, 600 langostas, 7.500 gambas, 50 pargos, 2.000 trufas de chocolate y 1.200 magdalenas ('cupcakes'), entre otros alimentos, bajo la iluminación de 3,2 kilómetros de bombillas de bajo consumo que harán las veces de estrellas en el cielo.