Alejandro González Iñarritu, director mexicano ganador del Óscar el año pasado por Birdman, sigue sorprendiendo a la audiencia con esta nueva producción que relata la verdadera historia de Hugh Glass, basada en la novela de Michael Punke (2002).

Glass fue un mercader de pieles cuya expedición en el Río Missouri ya ha sido abordada en ocasiones anteriores, convirtiéndolo en un mito. La época es 1820 y el oeste norteamericano por el cual hace su recorrido aún pertenece a las tribus indígenas.

En el camino debe confrontar varios imprevistos, entre ellos una apremiante batalla con los indios Arikara, y en otro momento es atacado por un gigantesco oso, hecho que lo lleva a comprobar quiénes son en realidad sus propios compañeros de viaje. Cuando este ataque lo deja casi muerto, se ve abandonado y traicionado, por lo cual al recuperarse, empieza a planear su venganza, tema central de la película.

El Renacido es una historia de supervivencia, de desagravios y represalias que tiene una narrativa lineal con el toque particular que Iñarritu le imprime, y que la convierte en un relato diferente y absorbente, cuyas imágenes quedarán prendidas de la memoria del espectador. El director introduce además una historia de amor con una indígena de la tribu Pawnee (Grace Dove) de la cual es producto el hijo de rasgos indígenas que le acompaña.

La interpretación protagónica de Leonardo DiCaprio en el papel Glass es fuera de serie, lo mismo que Tom Hardy en el papel de Fitzgerald, su principal enemigo. La fotografía de Emanuel Lubezki logra involucrar a la audiencia a través de tomas panorámicas, cuya belleza contrasta con la crueldad de los acontecimientos. Nos hace sentir además la inmensidad de la naturaleza y lo insignificante que puede resultar nuestra presencia.

Iñarritu nos lleva por el recorrido del mercader de pieles sin ninguna prisa y con lujo de detalle, haciéndonos saborear cada copo de nieve, al tiempo que nos mantiene en tensión ante la expectativa de los sucesivos encuentros. Algunos episodios son de realismo extremo, como el momento en que debe consumir un pedazo de carne cruda con las manos, y otros rayan con el surrealismo, como cuando se cobija bajo la piel de un caballo que no ha terminado de morir.

La cinta dura mas de dos horas y media, con momentos de gran intensidad sobre todo al comienzo donde se desarrolla una batalla épica memorable y al final, con un duelo desgarrador, todo matizado visualmente por el toque artístico.

La cinta fue filmada en escenarios naturales de Argentina y Canadá, y fue ganadora de tres Globos de Oro como Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actor. Cuenta además con doce nominaciones a los premios Óscar.