¿Más billete para el café?

El Fondo Nacional del Café es un fondo para fomento del cultivo, almacenamiento y comercialización del grano, surtido con retenciones -ahorro de los cultivadores- y por supuesto con enormes aportes del Tesoro Nacional. Solo que lo administra la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), aunque los ministerios de Hacienda y Agricultura también tienen asiento en él. Cuando el carbón y el petróleo no eran relevantes, una subida del precio del grano en Nueva York causaba desbordamiento del dinero en circulación y para evitar inflación, a los “pobres cafeteros” les obligaban a “la retención” parcial de su cosecha almacenándola o pagándosela parcialmente en Títulos de Ahorro Cafetero(TAC) que se podían negociar en la Bolsa con descuentos, para delicia de quienes tenían caja para comprarlos. A los bancos les subían el encaje, su capacidad de crédito se limitaba, pero sí podían invertir en TACs en la Bolsa. Hoy la situación ha cambiado y ellos tocan la puerta del ministro Carrasquilla y del presidente Duque; solo que ambos están de pronto más cortos de caja que ellos.

Banco Agrario, su turno

Muchos cafeteros no atendieron sus compromisos con Bancafé, digamos que por alguna temporada de “vacas flacas”, y el enorme banco tuvo que ser intervenido, incluida su grande filial panameña. Luego se vendieron sus acciones al mejor postor y Davivienda del Grupo Cortés/Seguros Bolívar, terminó absorviéndolo. Ante la reiteradas peticiones actuales de apoyo, el Gobierno ya subió a $255 mil millones su nueva oferta, pero todavía le piden otro tanto. El presidente del Banco Agrario le salió al quite e informó que hasta el mes de abril tenían acumulados en el sector, préstamos por $1 billón y que de esa suma el 9,5% ya estaba en mora. Porcentaje que excede a las tolerables demoras. Ojalá que esas situaciones, que no hace mucho afectaron al Bancafé, no se vuelvan a repetir con el Banco Agrario. Este es un aliado necesario para todo el sector agropecuario, no solo de los cafeteros. Esta referencia la invoco solamente por aquello de que: “Quien no conoce la historia, está sujeto a padecerla”.

Santa Marta tiene tren

Pero sus fuentes de agua en verano son insuficientes frente su crecimiento actual. Hace algún tiempo escuché de un proyecto de tuberías para traer el agua desde el río Magdalena. Eso también se ha mencionado para Sincelejo, pero nada que ocurre. Así se frena el crecimiento de estas dos capitales departamentales

¿Qué fue primero el huevo o la gallina?

Recientemente se informó del proyecto, en proceso, del Tren de Cercanías en la sabana de Bogotá para conectar a unos municipios dormitorios con la capital. Aquí hemos intentado conseguir un tren integrador, por lo menos entre Riohacha, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena en el litoral Caribe y, que ojalá incorporara a Sincelejo, Corozal y hasta Montería. La Sierra Nevada está sembrada en el camino hacia Valledupar. EEUU integró su Costa Este con California gracias al ferrocarril y cómo progresaron. “El Ponny Express” y sus livianos jinetes en resistentes caballos o las diligencias de la Wells Fargo eran insuficientes. El Canal de Panamá redujo el tiempo de los correos entre New York y San Francisco. Hay voces que piensan que no hay suficiente carga y pasajeros que hagan viable al Tren Caribe. ¿Hasta cuándo vamos a esperar? El tren de por sí crea las oportunidades que impulsan las necesidades. ¿Y el metro de Medellín, no lo pagamos acaso entre todos? Claro, tenían presidente paisa y al presidente Belisario. El gobernador de Antioquia Vásquez Restrepo en el Hotel Intercontienental de Medellín solemnemente declaró: “El departamento de Antioquia completará las inversiones necesarias”. Sus sucesores, personajes que seguro estaban convidados al ágape celebratorio del Metro, como que no pusieron atención en ese momento o les convenía ignorarlo.