
Píldoras económicas
Cuando toca toca…
Tanto el rey de Arabia Saudita como el Emir de Kwait, suprimieron una serie de subsidios a sus consentidos ciudadanos. El precio de la gasolina allá se duplicó –todavía sigue siendo barata versus otros países – por el subsidio real y su aporte a la tarifa del agua –tan escasa allá, ya no va más. El disgusto cundió y las protestas de los malacostumbrados consumidores no se han hecho esperar. Pero es que las enormes rentas petroleras que sus gobernantes generosamente distribuían desaparecieron por la baja del precio del barril de petróleo. Nadie puede repartir las rentas que ya no existen y las familias reales árabes, para continuar siéndolo, comenzaron a comerse sus ahorros y los del Estado, por supuesto.
¿Y en Colombia qué?
Aquí pasa algo parecido, pero en menor porcentaje. También por un rato podemos seguir consumiendo a crédito, tal como ahora, pero cuando se disminuyan las reservas, nos bajen las calificaciones de riesgo y el chorro de plata de los banqueros se corte, la felicidad terminará. ¿Y cómo se reabren los préstamos? Pues subiendo los impuestos – receta universal del FMI y el BIRF-como en Grecia y untándoles menos mermelada a las tostadas; solo por un lado sugeriría próximamente un exministro, inventor de la convincente palabreja. Las utilidades que Ecopetrol repartía a sus accionistas –mermadas- y el Gobierno central entre ellos como el mayor, recibiendo mucho menos. Por eso la subida del IVA impuesto de inmediato recaudo vendrá pronto, más nuevos gravámenes a los asalariados y pensionados. Los ingresos por exportaciones bajando, pues la devaluación no ha sido aprovechada, ya que la oferta exportadora empresarial es corta. La inversión extranjera directa disminuida y dudando si viene o no, ante una Reforma Tributaria anunciada para tapar el hueco fiscal, más los gastos del hasta ahora semiconfidencial “Postacuerdo”.
El Hotel El Prado
Tan hermoso, tan caro a la memoria de los barranquilleros parece que al fin habrá quien lo promueva con nuevas posibilidades de revivirlo. La ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cecilia Álvarez-Correa y Tatiana Orozco, en el DNP, hicieron muchos esfuerzos, pero los hoteleros no concretaron nada. El alcalde de Barranquilla Alejandro Char lo intentará y ojalá tenga éxito. Como es plano y tan extenso, quien se aloje en las habitaciones cercanas a las canchas de tenis, calle 72 con carrera 55, frente al apartahotel Vall Claire, debe caminar desde el ascensor del Lobby, frente a la esquina Schmulsson de la calle 70 con carrera 54, primero hasta la calle 72 y luego desde la esquina del boulevard de las bongas – las que sembrara don Juanito Obregón - hasta la carrera 55, son 3 cuadras. Los muchachos, hoy veteranos, del “room service” llegan cansados de correr, para que no se les derrita el hielo de un pedido de un whisky en las rocas.
Refinería dejó de perder
Ecopetrol logró reducir drásticamente los costos de su Refinería de Barrancabermeja que perdía 2.000.000 de dólares diarios y esos 700.000.000 de dólares anuales – en rojo - ya no van más. Ahora sus ingresos y gastos están equilibrados. Excelente noticia para quienes a pesar de la baja de sus acciones, no salieron a vender.
Más Columnas de Opinión

De mal en peor
La designación del nuevo ministro de Minas y Energía confirma la regla de que en este gobierno todo es susceptible de empeorar. El sector energético tuvo un fugaz respiro con la salida de Irene Vélez, que por poco acaba con la institucionalida

La inseguridad crece
El deterioro de la seguridad en Colombia es un problema que se agudiza. Se evidencia un aumento en el número de secuestros, extorsiones y, recientemente, atentados. Sin duda, el mayor desafío radica en la desprotección de los territorios con ma

Presupuesto y gasto público
Las comisiones económicas del Congreso, Terceras y Cuartas, en sesión conjunta, aprobaron en primer debate el presupuesto general de la Nación para el 2024, por un monto de $502,6 billones: $308,7 billones se destinarían a los gastos del funci

¿Es lo social la última frontera? III
Las unidades productivas estatales o privadas de todo el mundo asumieron primero la responsabilidad por “lo laboral”, los costos y el bienestar de sus empleados; luego, desde mediados del siglo XX, han asumido crecientes responsabilidades sobr