
Trabajemos por la cátedra de la Paz
Ojalá más colegios a nivel nacional vieran en la cátedra por la paz y la semana por la paz una oportunidad.
Si algo tiene Colombia y duele decirlo es una cultura de la violencia y la ilegalidad, vender miedo y odio ha sido la constante electoral, y son generaciones de colombianos que se acostumbraron a vivir en medio de la guerra como si eso fuera lo normal.
El proceso de paz no se limitó a la transición de las Farc de las armas a la política, el proceso también abrió la esperanza en millones de colombianos de ver un país diferente, que hiciéramos la transición de una cultura de la violencia a una cultura de la paz, y con ese objetivo se creó la cátedra de la paz, hecho que a los vendedores de odio les dio tanto temor de perder su fortín electoral que se fueron lanza en ristre contra la cátedra diciendo que era un invento castrochavista y un proceso de adoctrinamiento, aquí cuatro reflexiones.
Primero: La cátedra de la paz está regulada por la ley No 1732 de 2015, no es un invento o un capricho, razón por la cual como ley de la República es deber del Estado hacerla cumplir.
Segundo: el objetivo de la Cátedra para la paz es que desde la educación media y superior se enseñen las herramientas frente a la resolución y negociación de conflictos, en un país que a diario ve como en las calles cualquier altercado termina en hechos de intolerancia y violencia como no va a ser importante educar a los niños niñas y jóvenes en cómo resolver sus conflictos de manera Pacífica.
Tercero: pretender satanizar la cátedra de la paz como adoctrinamiento ideológico demuestra el nivel de fanatismo político que vive el país, la cátedra de la paz y resolución de conflictos es un modelo de educación internacional, porque no sólo es usada en países de conflicto, es usada como una herramienta para combatir la violencia escolar y el bullying.
Cuarto: el grave error por parte de los colegios y las universidades fue la falta de seriedad y compromiso con la que asumieron la cátedra, la convirtieron en un tema más entre los pénsum de sociales, y en lugar de ser el espacio para reflexionar con los estudiantes de cómo salir de un estado de violencia y crear propuestas y espacios de diálogo lo convirtieron en un ladrillo más.
Frente a este punto es bueno resaltar que como la gran mayoría de instituciones no se tomaron en serio la cátedra para la paz hay otras que sí han trabajado seriamente, cabe mencionar acá el colegio Champagnat de Bogotá, que desde su departamento de sociales han creado y trabajado en "la semana por la paz" una semana dedicada a reflexionar en las causas de la violencia y la guerra y generar con los estudiantes alternativas de resolución de conflictos, en esta tarea docentes como la profesora Sandra Coecha, quien es una de las que lidera este proyecto, son fundamentales.
Ojalá más colegios a nivel nacional vieran en la cátedra por la paz y la semana por la paz una oportunidad, no hay que olvidar que todo este trabajo y esfuerzo es para que la siguiente generación de colombianos no se tengan que levantar todos los días con las noticias del asesinato de líderes sociales y masacres como nos ha tocado a nosotros, los invito a que le apostemos a la cátedra por la paz, y trabajemos por un país diferente.
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