Los pasquines y las fake news tienen un común denominador: el anonimato. El emisario tiende a ser desconocido y bajo el secretismo la mayoría de las veces desinforma. Ambos instrumentos han sido utilizados, los primeros desde la antigua Roma y las segundas en el mundo de la post-verdad. ¿Cómo afectan las noticias falsas las dinámicas políticas? Es una pregunta pertinente desde las ciencias sociales.
A pesar de que este tipo de textos carecen de autor, es indudable que han moldeado dinámicas y que han hecho parte de la cultura política por siglos. Se debe recordar que hubo una época en que dicho anonimato, no representaba un obstáculo ni literario ni de propagación. Dando un salto histórico del Imperio Romano a la época de la colonia sudamericana, los pasquines han sido catalogados como mecanismos de lucha política independentista por numerosos científicos/investigadores.
En un principio, es entonces necesario destacar que fue una forma válida -aunque a veces injuriosa y calumniadora- de cuestionar las autoridades en Hispanoamérica. Como Bacarcozo (1972) lo planteó en su escrito, se convirtió en el medio para crear opinión pública -aunque de manera primitiva – de quienes no tenían acceso al monopolio de la información.
Existen pues, incontables evidencias de cómo estos panfletos con contenido político llegaron a incomodar a los gobernantes en el pasado, tal y como las desafortunadas fake news ponen en jaque a los mandatarios en el presente. En cierta medida se puede inferir que el mismo dominio de las élites, de no solo la información sino también del idioma o de la imprenta; generaron una animadversión exacerbada por parte de cierto segmento de los gobernados que encontró en los pasquines el medio idóneo para expresarse.
En esta columna de carácter reflexivo se busca argumentar cómo los pasquines han evolucionado y hoy se amparan en medios digitales que permiten el anonimato. Logrando un mayor impacto en materia de difusión e influencia en la toma de decisiones.
Desafortunadamente, los cómplices de facto de las fake news son todos aquellos usuarios de las redes sociales que propagan información sin siquiera detenerse a pensar en su veracidad, simplemente lo hacen porque les gusta el contenido o comparten posiciones. Pero no reflexionan del daño que causa la multiplicación de noticias falsas, aún si en lo más profundo de su ser desearían que fueran verdaderas. Tristemente el consumidor de hoy quiere informarse gratis y rápido. Eso hace que la tendencia a “comerse enteras” cadenas de whatsapp plagadas de mentiras, siga elevándose, y hasta sea considerado por algunos como una fuente real de conocimiento.
Lo más llamativo es que los medios y academia, han pedido de manera enérgica no caer en las trampas de la posverdad, pero allí va el rebaño… masificando desinformación tan solo porque les parece que x o y texto, merecería ser cierto. Mucha pedagogía queda por hacer en viejas y nuevas generaciones que se resisten a entender la gravedad de ir reenviando cuanto pasquín llega a sus dispositivos móviles.
@KathyDatos