“Gasté un montón de dinero en coches, mujeres y alcohol, el resto lo malgasté”, es una de las frases célebres de George Best, el futbolista más importante de la historia de Irlanda del Norte, símbolo del Manchester United.
La vida de George Best estuvo marcada por el fútbol, el alcohol y las mujeres. Fue conocido también por sus célebres frases como “el filósofo del fútbol”. Es famoso su comentario en que manifestaba: "Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por un bar. Nunca me bañé".
Este futbolista tenía un montón de frases que hasta el día de hoy se recuerdan. En algún momento cierto periodista le preguntó si alguna vez había intentado dejar la vida bohemia que llevaba, y su respuesta fue: "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol, fueron los peores veinte minutos de mi vida". “He dejado de beber, pero solo cuando duermo”.
En América Latina el futbolista más célebre fue Armando Maradona, por su talento dentro del campo de juego y por la vida picaresca que llevaba fuera de la cancha.
El momento más recordado de Maradona fue en el estadio Azteca de México, en el mundial de fútbol de 1986. Maradona marcó un gol definitivo con la mano y la cabeza que eliminó a Inglaterra del mundial. Ante este gol polémico los periodistas le preguntaron si había sido hecho con la mano, y él respondió: “Con la mano de Dios”.
Años después, en sus memorias, Maradona relata: “Lo que en un momento definí como “la mano de Dios” ¡fue la mano de Diego! Y fue como robarles la billetera a los ingleses también”.
En el mundial de 1962, en Chile, hubo un jugador que pasó a la historia por su celebrada frase. A Leonel Sánchez, un delantero de la selección chilena, le preguntaron quién ganaría el partido entre Suiza y Chile, su respuesta fue: “Que gane el más mejor”. Hasta el día de hoy es una frase popular en ese país.
En Colombia, nuestro gran filósofo del fútbol es el exjugador, odontólogo y director técnico de la Selección Colombia Francisco Maturana, que nos dio muchas alegrías. Su famosa frase para justificar la derrota de su equipo: “Perder es ganar un poco”, tenía sentido porque su intención era explicar que había que aprender de las derrotas. Otra frase que se le asigna a Maturana cuando se le criticaba porque no se le veía una planificación del juego de la selección, es: “No tener un plan, ya es un plan”.
Quizás el maestro de los filósofos es el periodista Carlos Antonio Vélez. Yo estaba convencido de que el fútbol lo habían inventado los ingleses. En Colombia me enteré de mi error; el verdadero inventor era este periodista cuando explica en la televisión las jugadas en un computador y nos muestra las estrategias y las tácticas de los equipos. Nunca pensé que el fútbol fuera más complicado que una clase de física. Él percibe lo que nadie ve, algo parecido a la psicosis.
Una vez asistí a un evento internacional donde un físico dictó una conferencia de cómo naturalmente sin ir a la escuela se aprendían y aplicaban principios de la física. Su ejemplo era “el Pibe” Valderrama, porque argumentaba que para que este jugador hiciera sus pases tan precisos tenía que calcular el espacio, el tiempo, y la velocidad con la que se movían sus compañeros. Por ello, Carlos Valderrama es el gran físico innato del fútbol colombiano.