Siempre creí que cada uno de nosotros llega a este mundo con una misión única, un propósito que nos guía y da sentido a nuestra existencia. Sin embargo, hubo un momento en mi vida en que esa creencia se vio profundamente cuestionada. Me sentí un poco perdida, en algo que describí como “ un piloto automático” y resumí como estar en el mundo sin una misión clara que me llamara o me definiera.

Les confieso que esa sensación de vacío era abrumadora, pero también fue el comienzo de un hermoso viaje de descubrimiento personal y profesional. Mi pasión por la salud y el bienestar siempre estuvo presente, latente, esperando el momento adecuado para florecer.

Durante años, dediqué mi tiempo al estudio en solitario, absorbiendo todo conocimiento relacionado con la nutrición, la psicología y la pérdida de peso saludable; esfuerzo que aún continúa como profesional en este campo. Aunque este camino de autodescubrimiento fue enriquecedor, albergaba en mi interior el sueño de poder compartir mi pasión y mis aprendizajes con el mundo, además de poder tener un impacto real en la vida de las personas. Y es aquí cuando abrí mi consultorio e inicié la creación de contenido para las Redes Sociales para que de esta manera, más personas escucharan mi mensaje.

A día de hoy, tengo muchos seguidores en este entorno digital, una agenda que todos los días colapsa y mis intenciones más profundas de poder atenderlos a todos, pero aún cuanto más lo quisiera, el escaso tiempo, me pone los límites.

Fue entonces cuando nació la idea de crear el programa Balance 3:30, un reflejo de mi propia transformación y el vehículo a través del cual finalmente encontré mi misión. Con un objetivo inicial de ayudar a mi comunidad y crear un cambio significativo en ellos, y la verdad, con tan solo un día al aire nunca imaginé el alcance que este proyecto tendría. Balance 3:30 se convierte hoy en mi oportunidad para impactar de manera amplia, permitiéndome ayudar a muchísimas más personas de lo que alguna vez pensé posible.

El programa Balance 3:30 es, en esencia, un programa diseñado para bajar 3 kilos en 30 días, pero su verdadera magia reside en su enfoque inclusivo y respetuoso hacia cada individuo. Entendiendo que cada persona es un mundo, diseñé este programa para que fuese compatible con cualquier condición médica de salud, enfocándome en el aprendizaje de hábitos alimenticios saludables, desde lo más básico como la elección de alimentos reales, hasta el desarrollo de una relación más consciente y positiva con la comida.

Este proyecto es hoy en día mi mayor fuente de felicidad. Me llena de alegría saber que estoy contribuyendo de manera significativa al bienestar de otros, guiándolos hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado. A través de Balance 3:30, no solo he logrado mi misión de ayudar a otros, sino que también he encontrado un propósito más profundo y gratificante para mi propia vida.

Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que cada paso, cada duda, y cada momento de incertidumbre eran simplemente partes necesarias de mi viaje. Me enseñaron a creer en mí misma, en mi misión, y en el poder transformador de compartir conocimiento y pasión con el mundo.

A quien esté buscando su camino, su propósito, les digo: que nadie te diga que no puedes, la clave está en seguir aquello que enciende una chispa en tu interior. Porque cuando encuentras lo que realmente te apasiona, encuentras también tu misión en este mundo.

Y yo, Johanna Zuccardi, he encontrado la mía, y estoy convencida de que con el programa Balance 3:30 multiplicaré mi mensaje llegando cada día a más personas que me acompañan en este viaje hacia el bienestar. Si quieres ser una de ellas, te invito a seguir mis redes sociales @johannazuccardi e inscribirte a mi canal de difusión para que encuentres toda la información.