La Bundesliga y el Bayern empezaron a jugar antes que el resto, y completaron su temporada. La Liga de Francia suspendió el torneo y el PSG jugó apenas dos partidos oficiales (Final de la Copa de Francia). A pesar de realidades tan diferentes, hoy son los dos finalistas de la Champions.
De un lado el que jugó mucho y adquirió ritmo de competencia suponiendo una ventaja según la teoría de la continuidad. Y, en el otro, el que casi no jugó, pero con la antípoda de la teoría anterior que da valor al poco desgaste y la frescura necesaria para competir.
Tozudo fútbol que no se deja imponer verdades irrefutables. El Bayern, prepotente, avasallante, con demostraciones intimidantes de físico y goles. Atropelló la destartalada estructura defensiva del Barcelona y liquidó con eficiencia y administrando el ritmo al Olimpique de Lyons.
El PSG, más dependiente de la inspiración de Neymar en la victoria ante el Atalanta, y con un juego más coral, equilibrado y dominador frente al Liepzig. Ahí no necesitó de los goles de Neymar y Mbappe, pero siempre dependerá de sus talentos, magia, velocidad y categoría superior.
Dos equipos de altísimo vuelo técnico-táctico. Los hinchas del fútbol están —estamos— muy ilusionados de ver un gran partido.
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
La pobreza energética, un mamotreto de tareas
De Mamotreto, del latín mammothreptus, cuyo significado literal es criado por su abuela, deriva “abultado o gordito”, por la creencia de que las abuelas crían niños gordos. Hoy tiene tres usos: armatoste (objeto grande), libro o l
A cuidar las marchas
Las marchas y manifestaciones han desempeñado un papel crucial en la dinámica de los cambios sociales a lo largo de la historia. Estos eventos han sido catalizadores potentes para transformaciones sociales y políticas, y van más allá de la le
¡Lee la naturaleza!
Para quienes compartimos que Dios es el creador del universo y de la vida o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, de todos los seres vivos existentes en la naturaleza, el único que tiene la capacidad de comunicarse con sus semejante