En la última jugada del partido, Caicedo, delantero ecuatoriano cabecea el balón que sale desviado apenas por centímetros del arco de Martínez, arquero argentino. Era el gol que le daba la victoria a Ecuador y eliminaba a Argentina, la gran favorita para ganar la Copa América.
Antes, Énner Valencia había errado una pena máxima. Durante todo el trámite del partido, Ecuador fue más que Argentina, que dejó ver, tal vez, su versión más ordinaria de los últimos años.
No obstante todo esto, el actual campeón mundial clasificó a la semifinal al ganar la serie de los lanzamientos desde el punto penal, con ‘el Dibu’ Martínez deteniendo dos remates ecuatorianos. Una clasificación muy sufrida.
Este sábado, Colombia, como Argentina contra Ecuador, es la favorita para derrotar a Panamá. Y lo es porque está jugando a buen nivel, porque tiene calidad y entrega. Porque tiene a un motivado James y su educado pie izquierdo tan preciso y filoso como antes. Porque Muñoz no solo defiende y anula a Vinicius, sino que anota goles. Porque Díaz, aunque no siempre ha estado eficaz con su gambeta, no se da por vencido, va una y otra vez, insiste, intimida a los rivales. Porque Córdoba con su potencia y goles le dio peligrosidad a los ataques en el área rival.
Y en general porque táctica, física y mentalmente se ve fuerte y confiable. Pero todo esto debe ratificarlo esta tarde ante los panameños. La jugada más torpe que puede hacer es confiarse, suponer que los partidos se ganan por los antecedentes. Ningún rival se siente derrotado antes, Ecuador se lo hizo saber a Argentina.
El fútbol suele revelarse y no le gusta que le tatúen algunas lógicas, pero si Colombia despliega el juego y la actitud que la ha identificado bajo la égida de Néstor Lorenzo, debería, imponderables futboleros a un lado, estar el próximo miércoles disputando la semifinal ante Brasil o Uruguay.