Siempre me he preguntado si en el fútbol es así, porque mientras los técnicos deben ir a las ruedas de prensa pospartido, los jugadores que la embarraron pasan de agache.
Poco después los vemos riendo, a la salida del estadio, y poniendo mensajes en las redes sociales como si hubieran hecho el gran partido.
Junior ha vivido momentos estelares los últimos años. Sin embargo, la zona defensiva siempre ha tenido problemas.
Nos acostumbramos a pensar que, ante una zona defensiva poco confiable, Sebastián Viera solucionará todo.
Vuelvo y me pregunto si Willer Ditta, si Gabriel Fuentes, si Edwin Velasco, si Dany Rosero o si Walmer Pacheco son conscientes de eso.
Supondría uno que cometer un error que cuesta un gol, que propicia una derrota, o que te haga quedar en ridículo en un estadio y en una transmisión de televisión llevaría, a quien lo comete, a ocuparse por mejorar.
Me gustaría saber si Fuentes se pregunta por qué no lo han vuelto a solicitar del exterior o por qué no se le llama hoy a la selección.
Lo mismo Ditta, de quien tuvimos la sensación se ser un joven maduro y centrado en su trabajo hasta cuando el gran público lo vio en los videos lleno de alcohol, junto al Chino Sandoval, después de una eliminación dolorosa ante el mismo Millonarios.
Cuando Rosero llegó al Junior comenté algo que había dicho cuando jugaba en el Cali. Que siempre aparecía en la foto de los goles que le hacían al equipo caleño. Le siguió pasando aquí en Junior. El que aparece ahora en las fotos de los goles que recibimos es Ditta.
A Walmer se le trajo con bombos y platillos. Verlo jugar en Equidad era ver a un lateral derecho moderno, con picardía, con salida, con regate, con apoyo ofensivo y hasta con goles. Habrá que averiguar si nos enviaron al original o al hermano gemelo. Ese Walmer nunca llegó.
Trajimos a Velasco campeón con América. Al que, cada vez que se enfrentaba al Junior, corría, metía, daba zapato, y peleaba todos los balones. Ese Velasco es sólo un recuerdo.
Con el arribo de Rosero se fue Rafael Pérez. Yo creo que fue un error dejarlo ir porque con Germán Mera habían solucionado mucho de los problemas de zagueros centrales incluyendo el juego aéreo. La ida de Pérez y el millón de dólares que se pagó por Rosero fue un combo demasiado costoso para el equipo.
La gracia no es llegar al Junior, la gracia es sostenerse mejorando siempre. Y de verdad ¿estos jugadores ven los errores en video? Y si lo hacen, ¿por qué no mejoran?