La historia es cíclica y repetitiva. Por allá el 27 de abril de 1994 estábamos en Santiago de Chile, en medio de un frío terrible, acompañando al Junior de Barranquilla (DT Comesaña) que esa noche, en el estadio de Colo Colo a medio terminar, lo enfrentaría con todo en contra como para perder. El frío insoportable, el ambiente hostil, camerino improvisado, la lluvia pertinaz y el festejo de los 70 años del club local.

El partido terminó 2-2. Junior perdía 2-1 al finalizar el primer tiempo con goles del brasilero Toninho. Junior marcó a través de ‘Niche’ Guerrero, a los 23, y Lucho Grau, a los 85, a cinco del final. Ese gol histórico de cabeza, obligó a desempatar con tiros penaltis en los que Junior ganó 4-3 con lanzamientos de Valenciano, ‘Niche’, ‘Pibe’ y Méndez.

Esa noche Junior alineó con Pazo; Briasco, Mendoza, Perea, Galeano; Grau, Méndez; Pacheco, ‘Pibe’; ‘Niche’ y Valenciano. En el segundo tiempo, Carlos Araujo ingresó por Pacheco y después ‘Pacho’ Cassiani relevó al mismo Araujo. Fue una noche histórica en la que Junior avanzó a cuartos de Copa Libertadores. El árbitro fue el argentino Javier Castrilli.

Esto para recordar aquello que si quieres ser campeón debes ganarle a todos los rivales y en las condiciones locales, clima, presión, festejos o cualquier otra circunstancia.

Condiciones ideales, todas favorables, posiblemente no existan en el juego de la perfección. En aquella ocasión frío cala huesos, esta noche también. Presión de la hinchada más revoltosa de Suramérica, esta noche también. Lluvia, es posible que esta noche también. El árbitro será Wilton Sampaio.

Hay que tratar de salir victoriosos del estadio de Colo Colo o con las posibilidades intactas para definir la clasificación.

Sin pensar en el frío, sin escuchar los gritos desfavorables, sin extrañar la cancha del ‘Metro’…