Los jugadores del Junior de Barranquilla tienen un seguro de vida: el técnico de turno. Cuando las cosas van bien, es por ellos. Cuando van mal, es por el técnico. Finalmente el técnico se va, ellos se quedan, y seguimos en las mismas.

Los resultados adversos del equipo Tiburón se solucionarán con algo muy sencillo y evidente: el rendimiento de los jugadores.

Es que los técnicos no entran al campo. Eso les corresponde a los jugadores. ‘Bolillo’ Gómez ha utilizado a casi toda su nómina sin resultado.

Frente a Águilas: Mele; Wálmer, Hómer, Olivera y Herrera; Rojas, Berrío, Vélez e Hinestroza; Lencina y Bacca. Después ingresaron cinco cambios, Mendoza, Vladimir, Padilla, Rodríguez y Castrillón.

Frente a Medellín: Mele; Wálmer, Ceballos, Olivera y Herrera; Hómer y Didier; Albornoz, Hernández y Rojas; Bacca. Hizo cuatro cambios, Lencina, Padilla, Sierra e Hinestroza.

En Copa frente al Cúcuta: Mele; Moreno, Olivera, Peña y Fuentes; Sierra y Moreno; Albornoz, Berrío y Vladimir; Rodríguez. Cinco cambios, Martínez, Hinestroza, Bacca, Lencina y Rojas.

Frente al Bucaramanga: Mele; Wálmer, Olivera, Ceballos y Fuentes; Hómer y Didier; Hernández, Cariaco y Rojas; Bacca. Cuatro cambios, Peña, Lencina, Mendoza y Rodríguez.

Frente al Unión, Mele; Wálmer, Olivera, Peña y Fuentes; Hómer y Moreno; Vladimir, Cariaco y Rojas; Bacca. Cuatro cambios, Enamorado, Lencina, Hinestroza y Vélez.

Es claro que ‘Bolillo’ ha utilizado toda su nómina, pero el nivel de la mayoría de los jugadores es pobre de solemnidad. Comenzando por Hinestroza y Bacca.

Si falta el gol, seguir poniendo a Bacca es seguir arando en el desierto. Si Lencina se trajo a un alto costo pues ponga a Lencina mientras Bacca afina su puntería.

Sin rendimiento de jugadores, estaremos dándole vuelta a lo mismo de lo mismo. O sea, a nada…