Y no me molesten, que hoy juega la sele, dice el reggaeton que ya me aprendí y estoy practicando la coreografía de Yerry Mina para celebrar cuando ganemos los partidos de las eliminatorias, porque vamos para el mundial de fútbol con este equipazo que tenemos, pletórico de juventud.
Voy a decir a boca llena que no vi en la reciente Copa América un equipo que jugara mejor fútbol que Colombia, estoy hablando de un fútbol dominante, con una idea clara de lo que hace en la cancha, equilibrado en todas sus líneas, entre las porterías menos vencidas y un promedio de pases entre 6 y 12 en el campo del contrario.
Ni Paraguay, ni Brasil, ni Uruguay, ni Argentina, fueron superiores a Colombia futbolísticamente hablando, ninguno mostró un estilo de juego mejor que el nuestro. En la final contra Argentina siempre mantuvimos 52% de dominio del balón sobre 48% de ellos en los 4 tiempos que duró el partido. Y cuando tuvieron que jugar con 10 hombres desplegaron una marcación de relevos que sorprendió a Bielsa, quien reconoció que confundieron por completo a Uruguay.
En ese orden de ideas, no hay ninguna duda en que el jugador más valioso del campeonato es James Rodríguez, ninguno fue más determinante para su equipo, ni siquiera Messi quien, contra Colombia, pasó casi desapercibido sin tener marca personal.
En fútbol se gana, se empata o se pierde por un montón de circunstancias, aun jugando bien, como nos acaba de suceder, lo cual acepto sin entrar en polémicas sobre el árbitro porque eso no es relevante a la hora de hablar de fútbol. No me dolió haber perdido ese partido, porque se debió a un error en la marcación, no a la superioridad de Argentina. Eso que le quede claro a los detractores.
Mucha gente en el país todavía no tiene conciencia del equipazo que tenemos al que, con todo respeto, me atrevo a compararlo con el de los 80s y 90s, porque me transmite tanta seguridad y confianza como el equipo de marras. Es tan evidente a lo que juega el equipo que cualquier aficionado, sin ser experto, puede describirlo, tal es el orden, la organización, la claridad de roles, la solidaridad, la entrega. Gracias a la inteligente dirección del señor Néstor Lorenzo.
Yo este equipo se lo echo a cualquier equipo en el mundo, como hacía con aquel, con la seguridad de saber que tiene suficiente fútbol para responder con altura al reto de la alta exigencia, sin marrullerías, solamente con el balón en los pies para llevarlo hasta el arco contrario e intentar el gol. Es lo que hace este equipo.
A los incrédulos o detractores, les dejo esta estrofa del reggaeton: Coja la curva, coja la L si no está alentando.