Los ejercicios aeróbicos son un acondicionamiento cardiovascular que mejoran y fortalecen el corazón y los pulmones, aeróbico significa con oxígeno, ya que la función principal es obtener oxígeno mediante la respiración. A medida que avanza el ejercicio aumenta la necesidad de oxígeno por los músculos, por lo que aumenta la frecuencia cardiaca y hay que respirar rápido y profundo para lograr que los vasos sanguíneos pequeños se ensanchen para que puedan transportar suficiente oxígeno a los grandes grupos musculares, como los de las piernas y los brazos, que son los que más trabajan. Se recomienda caminar, trotar, montar bicicleta, nadar, bailar.
En el otro extremo se encuentran los llamados ejercicios anaeróbicos, que quiere decir sin oxígeno, es un ejercicio de alta intensidad, breve y rápido que utiliza la energía acumulada en los músculos y dentro de ellos son frecuentes el levantamiento de pesas, saltos sentadillas, abdominales, carreras cortas a gran velocidad.
A las personas mayores que llegan a casa después de larga jornada frente a un computador, sentado en una sola pose durante unas 10 horas, que no tiene elíptica, ni bicicleta, ni piscina donde vive, le cuesta mucho trabajo decidir entre cenar o ponerse a hacer los ejercicios y, generalmente, se decide por la cena y el descanso.
Para ese tipo de personas se recomiendan, de hecho así los hago, los ejercicios neuróbicos que se llaman así porque el gran esfuerzo lo realizan las neuronas. Consisten en levantarse temprano, cada quien maneja sus tiempos, ir a la cocina y poner a hacer el café mientras se viste uno con la camiseta, la pantaloneta, las medias y los tenis, y se prepara el escenario, que puede ser un sofá cama o cualquier asiento cómodo.
Una vez preparado el café, se endulza para los que no tienen problema con el azúcar o cerrero para los que sí, y se acomoda uno en el sitio preferido con la taza en la mano. Aquí viene lo más importante, escoger el sitio para ejercitar las neuronas. Yo lo hago en un sofá cama que tengo en la sala y me imagino en la pista atlética del estadio para dar varias vueltas en esos 400 metros mientras trato de alinear los planetas en el recorrido.
Es probable que empeore el estado físico y se levante uno del sitio más adolorido que la noche anterior, pero más sabio y con las neuronas en orden para afrontar lo del día que viene. Para las personas de mi edad que no estamos en la vigorexia (complejo de Adonis o preocupación excesiva por el cuerpo), lo recomendable es practicar los neuróbicos para compensar la falta de ejercicio físico con el mental, o sea, la filosoforexia.