La educación en Rusia ha sufrido una transformación radical desde la caída del comunismo. Después de una separación completa entre el Estado y las instituciones religiosas, Vladimir Putin ha instaurado la cátedra de religión como obligatoria, creando gran controversia en lo que muchos consideran un verdadero retroceso.
El discípulo trata esta polémica a partir de la historia de un adolescente, estudiante de secundaria, quien se convierte en un cristiano ortodoxo que, Biblia en mano, intenta erradicar de su alrededor todo lo que no cumpla con los principios de su nuevo credo.
Basada en la obra de teatro alemana El mártir, de Marius von Mayengurg, la situación es mostrada en forma dramática e irónica para exponer las contradicciones que aquejan a la sociedad rusa actual. El matrimonio, el divorcio, la homosexualidad, la docencia y la creencia en otras religiones son algunos de los temas que se tocan y que se ven afectados con el nuevo radicalismo.
Veniamin (Pyotr Skortsov), el protagonista, primero se ve atacando al instructor de natación del colegio, logrando que se implanten nuevas normas respecto al traje de baño que deben usar las estudiantes mujeres.
También ataca a su madre, Inga (Yuliya Aug), a quien culpa del divorcio y de su situación de soltería, pecado por el que debe recibir castigo.
La actuación de la madre es excelente, marcando la angustia y la impotencia ante el estado de su hijo, en quien quisiera ver los traumas y comportamientos usuales en un adolescente y no las reacciones violentas y extrañas que el fanatismo conlleva.
La madre representa también la difícil situación económica del país, al verse obligada a cumplir con tres trabajos para sostener a su hijo. Otras historias paralelas con un compañero de clase y con una profesora de biología a quienes confronta, muestran los extremos absurdos a que lo pueden llevar sus convicciones.
Es interesante cómo la cinta muestra el proceso de transformación de Veniamin, quien a medida que se inmiscuye más y más en sus lecturas, se va convenciendo de que el mundo se está perdiendo ante las tentaciones del demonio, llegando a situaciones que rayan con el surrealismo. Escudado en frases muy bien seleccionadas de los textos religiosos, que el director se encarga de citar como para mostrarnos que no es invento, este discípulo encuentra una explicación y una justificación para todo lo que no encaja dentro de sus creencias.
Dirigida por Kirill Serebrennikov, uno de los directores de teatro, cine y televisión más reconocidos en su país, constituye una profunda crítica social a un sistema cada vez más represivo.
Este director ha sido otra de las víctimas de la persecución política contra los disidentes. Su reciente arresto, supuestamente por malversación de fondos, es solo una excusa para justificar su encierro debido al contenido de protesta que lleva toda su obra, que incluye los nombres de Bertold Brecht, Máximo Gorky y Anton Chekhov, entre otros.
savdieg@gmail.com
Más Columnas de Opinión
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
Un faro de esperanza para la juventud
En medio del vendaval de desafíos que enfrenta la juventud contemporánea, marcada por la sombra ominosa de trastornos mentales que irrumpen cada vez más temprano en sus vidas, surge la necesidad imperiosa de tenderles una mano firme, de ofrecer
Café entre Evas
“Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mu
Para el Descanso
La revisión de los titulares de prensa, o de cualquier otro medio de comunicación, se ha convertido en una seguidilla de sobresaltos. Quizá sea porque en estos tiempos todo se actualiza permanentemente, o porque la dependencia del clic induce l