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SOS: Educación sexual

Si hay algo urgente, inclusive, que mejorar las condiciones de las personas involucradas en la violencia en Colombia, es establecer un programa eficiente de educación sexual nacional, que empiece en forma temprana, sin violación de los elementos inherentes a la sexualidad individual. Debidamente creado por expertos, involucrando las variaciones territoriales, culturales, folclóricas y científicas que se requieran.

La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social, relacionado con la sexualidad, a través de la creación de leyes, reglamentos e instituciones. Para gozar de una mejor salud sexual, se necesita contar con una buena educación sexual, la cual, se refiere al conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza, la difusión y la divulgación acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, el aparato reproductor femenino y masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, la planificación familiar y el uso de anticonceptivos. Además, el sexo seguro, la reproducción y, lo básico de la reproducción humana. Al mismo tiempo, conocer los derechos sexuales y de género, junto con los aspectos fundamentales de la sexualidad humana, para lograr como principal objetivo, una formación fundamental, que permita con los años, tomar decisiones para lograr decidir conscientemente, sobre la reproducción, y la forma de evitar enfermedades de transmisión sexual. 

Todos estos elementos para el cumplimiento de una educación sexual aceptable, necesitan para cumplirse, de la participación no solo de la misma persona, sino del medio familiar que la rodea, del medio ambiente y social en que se vive, y del acompañamiento, que se de en las entidades educativas, y en forma importante del apoyo, que importantemente los gobiernos de cada país han dado a un tema tan importante, influido fuertemente por los medios culturales, audiovisuales, religiones, y alguna organizaciones de índole local, nacional o internacional. 

La preocupación en nuestros tiempos es mayor, por el incremento del alto número de delitos de agresión sexual, embarazos a edades tempranas, feminicidios, violaciones, alteraciones psicosomáticas y defunciones, aumentados todos en Colombia, en zonas con mayores niveles de pobreza, condición de desplazamiento o situaciones de conflicto. No sabemos qué factores estén influyendo más en la población afectada, y cada caso puede tener un impacto diferente, pero, con algunos más difíciles que otros para poder intervenir, y cambiar el impacto de tipo catastrófico que estamos viviendo, aunque anunciado desde hace muchos años. 

Hace 17 años en una investigación orientada al VIH/SIDA, apoyada con el BID, encontramos, un alto porcentaje de adolescentes a edades muy tempranas de la vida (12%), con una alta actividad sexual, de la que la gran mayoría habían iniciado, sin mayor conocimiento de la misma, y sus consecuencias, con un creciente número de embarazos en niñas, en donde la violación era una razón frecuente. No logramos conseguir recursos para realizar un proyecto de intervención, el cual todavía no ha sido realizado oficialmente. 

Si hay algo urgente, inclusive, que mejorar las condiciones de las personas involucradas en la violencia en Colombia, es establecer un programa eficiente de educación sexual nacional, que empiece en forma temprana, sin violación de los elementos inherentes a la sexualidad individual. Debidamente creado por expertos, involucrando las variaciones territoriales, culturales, folclóricas y científicas que se requieran.

Teniendo en cuenta las ideas, apreciaciones y sugerencias de padres de familia, y organizaciones, que no se opongan a lo que el mundo civilizado ya ha aceptado, como educar y formar desde la casa, escuelas, colegios, y universidades, con acciones apoyadas por el gobierno, que ayude a corregir el gran abandono, el despilfarro, y el fracaso de tantos años, cuyas consecuencias estamos viviendo en la actualidad. 

El plan nacional de salud sexual, no solo debe ser una cartilla para aprender de memoria como una obligación, debe llenar los requisitos de nuestra época, con conocimientos fundamentales de los problemas ligados a ellos, para erradicarlos y poder ofrecer a las nuevas generaciones, una mejor oportunidad en el futuro.

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