Después de más de tres meses acompañados de un virus, que nos ha afectado tan severamente, es necesario al menos darnos cuenta cuáles han sido los errores, para no volver a cometerlos o seguirlos cometiendo. Seguramente, algunos serán reconocidos y otros no. Lo importante es reconocerlos y corregirlos. Lo hago porque siempre nos piden que colaboremos todos, pero la verdad, son solo unos pocos los que deciden, cuando en un momento en el que la mínima participación es importante, cualquier persona puede ayudar.
Errores previos a la pandemia: En Wuhan hubo retrasos en la comunicación, y los expertos creen que sí se hubiera actuado una o dos semanas antes se podrían haber reducido las víctimas entre 50% y 80%. El 12 de enero dijeron que “no había evidencia de contagio interhumano”. Después minimizaron la gravedad y dijeron que “era una gripe común”. El 12 de abril dijeron que tapabocas no había que usarlo. El 12 de enero dijeron que “no había evidencia de contagio interhumano”. Después minimizaron la gravedad y dijeron que “era una gripe común”. El 12 de abril dijeron que el barbijo no había que usarlo. Por último está el asunto de las superficies. Dijeron “no es tan importante”, ¿qué quiere decir que hay que limpiar o no las superficies?
El presidente Donald Trump ha cumplido su amenaza y ha ordenado congelar los fondos que Estados Unidos entrega a la Organiza Mundial de la Salud (OMS) mientras su gobierno revisa el papel de esta organización ante la Covid-19. El gobierno de Estados Unidos hace directamente responsable a esa entidad, dependiente de Naciones Unidas, por “la severa mala gestión y encubrimiento de la propagación del virus”.
Deficiente vigilancia y respuesta mundial. La respuesta a la pandemia no fue inmediata y apropiada. Aun con los medios y tecnología avanzada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), La Organización Mundial de la Salud es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial en la salud. La misma fue creada hace más de setenta años, en abril de 1948, con el objetivo de promover la salud y el bienestar a escala global.
En los últimos tiempos, y ante el avance de la pandemia, la OMS y su Director, Tedros Adhanom, recibieron duras críticas por parte de la comunidad científica internacional. La declaración de la pandemia, demoró casi cuatro semanas, permitiendo la diseminación del nuevo coronavirus. Taiwán y otros países, como Japón, Corea y otros vecinos, como Singapur, actuaron inmediatamente y por eso tuvieron un control mejor de sus casos. Corregir la respuesta mundial a una pandemia es fundamental, se debe poner este punto para discusión en medio de los países miembros de la OMS, para tratar de no cometer los mismos errores en próximas epidemias.
Nos hemos gastado grandes recursos, tratando ya de llegar a otros planetas, construyendo y fabricando obras increíbles, las cuales todavía no sabemos para qué sirven, o van a servir, y no tenemos como controlar un material genético, un virus, tan pequeño que ni vemos, pero que ha causado tanta conmoción, daño y alteraciones en el globo terráqueo. Igualmente será para los nuevos microorganismos que con seguridad aparecerán en el futuro. No ha habido respeto por la salud.
No hay un observatorio de carácter universal, que trabaje en forma permanente, ágil y efectiva para la detección de enfermedades emergentes, tampoco existe una comunicación entre países menos poderosos que permita limitar la extensión de estas enfermedades. Es necesario, que la dirección de un organismo de la salud de tanta importancia, como la OMS, sea manejado por un médico, no por un político, seleccionado con una alta formación y capacidades para tomar acertadas decisiones. La Organización Panamericana de la Salud, OPS, debe hacer lo propio, para tener una intervención no solo oportuna, si no eficiente, su participación relaciona el fracaso del control de la epidemia en los países panamericanos.
El Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos, CDC, posiblemente el No. 1 en el mundo, tampoco ha mostrado un papel importante como en otras ocasiones, también debe hacer el mismo que los anteriores. Para la infectología, no es solo hacer protocolos, si no llegar y actuar a tiempo, para ayudar a cumplirlos.
Si estas instituciones, y otras de gran importancia mundial han fallado, tenemos también que revisar si lo que se ha hecho, y se está haciendo en Colombia ha sido lo mejor, o si tendremos que reestructurar y reconstruir nuestro sistema, que mostró y sigue mostrando grandes deficiencias.
Si las acciones internacionales han sido deficientes, estas han repercutido en la participación y acciones nacionales, las cuales deben ser analizadas.
En Colombia, establecer un sistema de salud ideal no es fácil, en las circunstancias que vivimos, es casi imposible, pero al menos hay que hacer lo urgentemente necesario.