Vender es mucho más que provocar la compra. Incluye niveles de satisfacción, estándares de calidad, gestión, atención óptima y cierre beneficioso para los participantes en cualquier negociación. Se dice que un buen vendedor muestra las ventajas de lo que ofrece seduciendo al comprador o generándole la necesidad de adquirir. Sin las ventas es imposible que funcione favorablemente la economía.
En algunas sociedades se subestima a los vendedores al creer que su posición tiene una categoría inferior en la organización, pensando erróneamente que hacen parte del trabajo que nadie quiere, porque tienen que lidiar con compradores exigentes, malhumorados y en muchos casos desinteresados. ¿Cuál fue la última venta que hiciste? ¿Ganaste lo suficiente? ¿Eres de las personas que dicen no gustarles las ventas?
Todos tenemos algo que vender. Cuando accedes a un empleo sea cual sea su naturaleza estás vendiendo tu tiempo. Aun en el voluntariado estás donando recursos que no tienen precio, porque poseen valor. Así que, si entiendes el poder de las ventas, estarás mucho más cerca de superar tus límites. ¿Pero qué convierte a una persona en un gran vendedor?
Las cualidades del vendedor son infinitas. Están asociadas a sus preferencias, gustos, capacidades, metas, sueños y propósitos. La visión de una empresa siempre será vender lo mejor. Para ello, cada uno de sus miembros debe aportar su actitud: La motivación es el preludio del éxito. Se atrae lo que se quiere y se obtiene lo que se busca: Actúa, motívate, atrae y obtén. Esa escalera te lleva a un nivel superior. Ve paso a paso.
Los intercambios son propios de las relaciones entre las personas. Dar, ofrecer, traficar, canjear, comercializar o proponer un cambalache constituyen transacciones en las que se participa buscando resolver algún problema, obtener beneficios o satisfacer una necesidad. El mejor negociante es un detallista proveedor de satisfacción. Su mayor comisión es causar felicidad. El estímulo ideal del vendedor honesto no se limita a la ganancia.
La ‘Ventabilidad’ es la capacidad propia de las personas, los equipos, las tecnologías o las instituciones generadoras de la preferencia del mercado y los consumidores para acceder a la propuesta de valor traducida en la adquisición de los bienes, productos o servicios ofrecidos. Es el potencial natural del ser dispuesto a compartir lo que posee. La cualidad del vendedor concretando la suscripción de una negociación. La evidencia certera del buen liderazgo.
Llegó la hora de la verdad. ¿Ofreces lo que puedes dar? ¿Te recomendarán? Revisemos nuestra ‘Ventabilidad’.