Si bien a la economía colombiana en términos generales no le fue bien, las principales actividades económicas de la Región Caribe registraron un buen desempeño en el último trimestre de 2016. En efecto, de acuerdo con el boletín económico regional del Banco de la República de marzo de 2017, la producción manufacturera registró una tasa de crecimiento de 4,9%; la más alta para un cuarto semestre desde 2012 (4.9%), impulsada principalmente por el subsector de industria química básica y otros productos químicos.
La producción de carbón (20,5 millones de ton), se incrementó en 11,6%, mientras que las exportaciones, estimuladas por el aumento de los precios internacionales del mismo, aumentaron 40,7%, representando el 55,8% del total exportado.
Sin embargo, la actividad agropecuaria decreció por cuenta de la caída en un 9,7% en el sacrificio de ganado bovino, y de la producción de carne de pollo y huevos en un 0,6%. Igual comportamiento experimentó la construcción, con una reducción en los metros aprobados de un 30,8%, hecho que ocurre luego de la desaceleración observada a lo largo del año; la vivienda, principal utilización de los metros aprobados, cayó 20,9% mientras que los otros destinos lo hicieron 48,5%.
Para el año 2017, los resultados de la economía nacional y de la región Caribe en particular dependerán de un sinnúmero de factores: en el plano internacional, no esperaríamos tener buenos resultados si la nueva administración de Estados Unidos cumple sus promesas de implementar medidas proteccionistas ante el comerció internacional.
De otra parte, las proyecciones de diferentes centros de investigación señalan que el tipo de cambio para este año se ubicaría entre $2900 y $3000 pesos por dólar. Un tipo de cambio favorable implicaría mayores ingresos para los exportadores y una mejor ocupación hotelera, actividad importante en la región, ante una posible mayor afluencia de turistas. El comportamiento de las exportaciones de carbón y níquel dependerá de que se mantenga la coyuntura favorable en los precios internacionales de estos minerales.
En resumen, el desempeño de la economía nacional y regional para 2017 dependerá de las políticas que lleve a cabo Donald Trump en Estados Unidos, así como de los movimientos del precio del petróleo y los estímulos de los bancos centrales. La economía mundial presentará un leve repunte, principalmente impulsado por una mayor expansión de las economías emergentes, y en medio de una estabilización de la actividad económica de China y el repunte de los precios de las materias primas.
*Profesor del IEEC, Uninorte. Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la posición de la Universidad ni de El Heraldo.