A pesar de que en el mundo existe un progreso constante en cuanto a la búsqueda de igualdad de derechos para todos los individuos miembros de una sociedad, la violencia de género continúa siendo un problema de gran importancia en nuestro entorno.
Este tipo de violencia física o psicológica, es ejercida contra una persona con ocasión de su sexo o género y que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico o psicológico.
El maltratador (a) que realiza el acto perjudicial, de forma intencional y voluntaria, conociendo que dichas conductas implican una vulneración ante los derechos del agredido.
Quisiera exponer algunos rasgos de personalidad que generalmente comparten los maltratadores de violencia de género; a pesar de que existen muchos tipos de maltratos y maltratadores, es posible encontrar algunas características comunes :
1. Poseen baja autoestima y complejos de inferioridad: Estos sentimientos generan una gran frustración que se puede transformar fácilmente en violencia.
2. Tienen un bajo nivel de empatía: no saben ponerse en el lugar de la víctima, e ignoran sus puntos de vista sin tener en cuenta los efectos psíquicos y/o emocionales que el maltrato tiene sobre éstas, más allá del control de su conducta.
3. Internalización de estereotipos de género: la mayor parte de los maltratadores utiliza, como pretexto para la agresión, los roles de género; hacen uso de ellos para recalcar su papel y el de su pareja y castigando las conductas y pensamientos que se alejen de ello.
4. Los agresores poseen una elevada capacidad de manipulación y sugestión. En algunos casos convencen a las víctimas de que las conductas agresivas se han llevado a cabo por su bien, que son normales o incluso de que la agresión era merecida. También pueden predisponer a la víctima a desconfiar de su entorno y alejarlas de él poniéndola en malos términos con sus seres queridos, aislándola y haciendo que dependa únicamente de él/ella.
5. Por fuera del hogar el maltratador actúa con suprema naturalidad, no existiendo conductas visibles de hostilidad y maltrato. Es en el hogar, donde el individuo manifiesta y descarga su ira, agresión y toxicidad.
6. Presentan conductas de celotipia y posesividad: necesidad de dominio y control sobre la pareja, a quien, en la mayoría de casos, tienden a considerar inferior.
7. Son individuos impulsivos e inestables emocionalmente: pueden pasar rápidamente de la alegría a la tristeza, o del afecto al desprecio. Esta falta de estabilidad facilita la frustración y tensión que, sumado a la falta de control de impulsos, genera conductas hostiles y agresivas.