Es importante hacer esta comparación porque en el Índice de Progreso Social, IPS, de ciudades, correspondiente a 2015 y divulgado hace unos días, Manizales es primera y Barranquilla séptima entre 10 capitales colombianas evaluadas por esta “métrica social y ambiental que complementa las mediciones económicas del desarrollo”.

El IPS se mide en una diversidad de países. Es una iniciativa de Social Progress Imperative. Para aplicar el índice en Colombia se estructuró una red de instituciones: la Fundación Corona, la Fundación Avina, los Cómo Vamos, Compartamos con Colombia, Deloitte y la Universidad del Norte; Fundesarrollo aportó en este informe 2015 un capítulo sobre desigualdad y pobreza.

Admirable lo de Manizales por ser una ciudad pequeña. Según la proyección 2016 del Dane, tiene 397.466 habitantes. Barranquilla, 1.223.616.

Barranquilla ha hecho un hábil mercadeo de imagen. Ha promovido que somos la ciudad colombiana que más progresa, y en efecto hay avances, pero el IPS muestra que nos superan Manizales, Bucaramanga, Medellín, Bogotá, Pereira e Ibagué. Solo aventajamos a Cali, Cúcuta y Cartagena, que porta el farolito de colera.

El IPS mide 3 dimensiones: Necesidades Humanas Básicas (Nutrición y cuidados médicos básicos, Agua y saneamiento básico, Vivienda y servicios públicos y Seguridad personal); Fundamentos del Bienestar (Acceso al conocimiento básico, Acceso a información y telecomunicaciones, Salud y bienestar y Sostenibilidad ambiental), y Oportunidades (Derechos personales, Libertad personal y de elección, Tolerancia e inclusión y Acceso a la educación superior).

En el puntaje global, Manizales saca 75.1 sobre 100. Barranquilla 59.4. Y nos gana en las 3 dimensiones. En Necesidades Humanas Básicas logró 79.1 y Barranquilla 62.1. En Fundamentos del Bienestar conquistó 64.8 y Barranquilla 59.8. Y en Oportunidades alcanzó 81.4 y Barranquilla 56.3.

Nuestra ciudad registra progresos en ‘Agua y saneamiento básico’ por las mejoras en acceso a agua por tubería, saneamiento y calidad del líquido. Aun así, Manizales nos gana.

Solo superamos a la capital caldense en ‘Acceso al conocimiento básico’ por los desarrollos en alfabetización y cobertura y calidad de la educación, así como en ‘Salud y bienestar’ por el incremento de la esperanza de vida al nacer, la reducción de la mortalidad prematura por enfermedades no contagiosas y el aumento de la actividad física.

Manizales nos deja regados, por ejemplo, en ‘Sostenibilidad ambiental’ y en ‘Tolerancia e inclusión’. Lo primero porque nunca hemos tenido una autoridad ambiental distrital que sirva. Lo segundo porque no respetamos a la población LGBTI, ni incluimos a los discapacitados y desplazados. Tampoco cultivamos la convivencia.

Estos resultados deben servir, creo, para reformular la agenda de ciudad y reorientar prioridades y recursos. Todo no puede ser cemento.

@HoracioBrieva