La teoría y la práctica han demostrado que las empresas grandes tienen una mayor capacidad de implementar procesos de innovación y de introducir productos y servicios nuevos o significativamente mejorados al mercado, sin embargo, las empresas pequeñas y medianas tienen una ventaja que pocas han intentado explotar. Se trata de la agilidad para tomar decisiones, la cual se puede traducir en una mayor efectividad para diseñar, testear, prototipar y desplegar nuevos productos.

Hace unas décadas desarrollar procesos de innovación requería de una gran cantidad de recursos en actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación, donde los nuevos bienes y servicios se basaban en el empuje tecnológico, es decir, tratando de satisfacer soluciones existentes con un mayor nivel de sofisticación.

Hoy por hoy, los procesos de innovación han cambiado radicalmente. El tema central es la identificación de posibilidades de innovación enfocadas en la persona. Se han complementado los estados del arte con análisis de contextos soportados en estructuras de “big data”, esto, además de reducir el costo asociado al acceso a la información, ha facilitado la implementación de sistemas de vigilancia tecnológica y de inteligencia competitiva.

Por otra parte, los recursos invertidos en desarrollo tecnológico se han reemplazado por estrategias de prototipado rápido y testeo temprano, identificando de esta manera los posibles fallos del producto y permitiéndole a los innovadores pivotear o iterar las características de la innovación propuesta.

Desarrollar estrategias de innovación requiere una mayor agilidad y convicción por parte de los gerentes de la compañía, requiere también de equipos de trabajo motivados y con conocimiento de las diferentes áreas que componen el desarrollo del producto. Así mismo, es necesario que los innovadores entiendan perfectamente las necesidades de los usuarios y, sobre todo, puedan identificar los cuellos de botella en el proceso de consumo de los bienes y servicios que se les está ofreciendo actualmente.

A diferencia de los procesos tradicionales de innovación, hoy es más importante definir una buena estrategia que tener la última tecnología en maquinaria y equipos. Es más importante descubrir las necesidades ocultas de los usuarios que proponer nuevos artilugios tecnológicos. Hoy en día, la innovación está al alcance de todos.

*Profesor del IEEC, Uninorte.

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