Creíste hacer un chiste, Paola, pero te salió mal. Te salió mal porque pelaste el cobre.

Perdóname, pero te voy a explicar por qué pelaste el cobre. Y por qué hiciste mal.

Soy igual de colombiana que tú. Mi apellido viene de otra parte, al igual que el tuyo. Aunque siendo realistas, casi todos los apellidos vienen de otra parte en Colombia. Te recuerdo que esto sucedió una vez fueron exterminadas las poblaciones indígenas por algunos de tus antepasados españoles.

También muchos de mis antepasados fueron exterminados en Europa durante la Segunda Guerra Mundial o a lo mejor en un pogromo de finales del siglo 19 o inicios del 20. Por eso nací aquí. Creo que algunos de los tuyos deben tener historias similares antes de emigrar. Por eso naciste aquí.

Paola, fuiste reina nacional de belleza, y gracias a eso y a tu inteligencia pudiste salir adelante en nuestro medio cultural. Ahora hasta promueves un festival de cine independiente interesante. Pero, gracias a la emoción que dices lleva a las decisiones como las que no te gustan, tomaste la decisión de tuitear esto que te delató: “Estuvo jodido... Perdón. Judío”.

Mal chiste, porque te conectaste con el antisemitismo. ¿Recuerdas un famoso libro que se llama Los protocolos de lo sabios de Sion? Pues ese fue el libro que amó Hitler, y hace parte de los tantos famosos libelos que de alguna forma u otra conectan a los judíos con todos los males del mundo.

Pero hay unos males peores, de los cuales proviene todo esto, todos los odios, todas las excusas para exterminar: la ignorancia y el no reconocimiento de la otredad. De eso se trata El abrazo de la serpiente. Y El hijo de Saúl.

El abrazo de la serpiente trata de hacernos ver lo que muchos no han querido recordar en Colombia. Esta maravillosa película empieza por reconectarnos con la selva y con sus indígenas, y nos pide respeto. El hijo de Saúl es otra maravillosa película que logra conectarnos con aspectos de los campos de exterminio de un modo que ninguna lo había hecho antes.

Ambas películas utilizan los recursos de su arte de un modo magistral. Fueron hechas por gente joven que se adentra en estos temas de un modo nuevo. Ambas películas me impresionaron mucho como colombiana y como judía.

Cuando tú implicas que la película de Lazlo Nemes (director húngaro no judío) ganó el Óscar a Mejor película extranjera por tratar el tema del holocausto, hiciste algo que no va con tu estatus de figura de la cultura colombiana.

Tienes derecho a tus opiniones y a mostrar tu antisemitismo, pero si viste ambas películas, no te llegó el mensaje de ninguna de las dos y no aprendiste nada. Y eso, para alguien como tú, es imperdonable.

Ojalá revises por youtube el discurso de Nemes al recibir el premio y que mires en wikipedia los premios que ha ganado en todo el mundo, donde a lo mejor no mandan los judíos, y cuya lista no puedo hacer aquí, pues solo tengo 2.900 caracteres.