Muy oportuno nos pareció el comunicado de prensa que la semana pasada emitió la Federación Colombiana de Fútbol en torno a la situación actual del técnico de la selección de mayores José Pékerman y de esta manera acabar con los dimes y diretes provenientes de los sectores que siempre trataron de desestabilizar el proceso del argentino al frente de la escuadra nacional.

Que Pékerman ya había entregado el apartamento que tenía en Bogotá, que ya le había comunicado a Luis Bedoya que no seguiría al frente de la Selección, que tenía ofertas jugosas de otros países, fueron algunos de los rumores de sus detractores.

Pero la Federación dejó claro que Pékerman está en periodo de descanso y que solamente a principios de agosto se empezará a negociar la posibilidad de su renovación. Hay que celebrar que la primera intención de Bedoya y el comité ejecutivo de la Federación sea darle continuidad a Pékerman. Era lo menos después de la extraordinaria campaña en la eliminatoria y el Mundial de Brasil.

Ahora bien, dicha intención está supeditada a que Pékerman se acomode al presupuesto que tiene la Federación, que salió fortalecida económicamente por haber llegado hasta cuartos de final en Brasil, aunque Bedoya ha sido claro que aunque el deseo es retener al argentino, no lo van a hacer exponiendo los recursos económicos del organismo.

He ahí el problema, que después de Pékerman, si se quiere seguir con la política de tener un técnico extranjero, no hay muchas opciones para reemplazarlo. Gerardo Martino, que siempre ha sido un buen candidato, rechazó dos ofertas de Colombia y ahora es el primer opcionado para dirigir a Argentina si Sabella da un paso al costado.

Tocaría mirar hacia adentro y aquí solo hay dos opciones: Reinaldo Rueda y Juan Carlos Osorio. El primero acaba de salir de Ecuador y por experiencia le saca una gran ventaja a Osorio, a quien sus logros con Atlético Nacional son su gran carta de presentación, aparte de que le seduce mucho dirigir a la Selección.

Hagamos fuerza por la renovación de Pékerman, porque de lo contrario vendrán los de siempre a querer imponer al DT de su cuerda y poder manejarlo como no pudieron hacerlo con Don José.