María Luisa Piraquive, líder de la franquicia de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, que a su vez está asociada (es el banco de votos) al Partido Mira (actualmente investigado por lavado de activos), al que pertenece su hija la senadora Alexandra Moreno Piraquive, dijo hace poco en un video que personas con discapacidades no pueden subir al púlpito a predicar pues los feligreses pueden espantarse. “Si ven el predicador sin un brazo, no se van a agradar mucho.

Por la conciencia, otros dirían por estética, no lo ponemos en el púlpito” y añade que no teme a demandas pues “el Espíritu Santo es el que ordena a cada uno estar predicando. Entonces, el minusválido sabe que no puede pasar al púlpito. No irá a ponernos una demanda porque sabe que sería ridículo y podría hacerlo, pero ¿al final qué? Dios le castiga y le pone la mano”. Piraquive aclara que esto es específico para discapacidades visibles como amputaciones, pero que no hay lío con quienes las puedan ocultar elegantemente, tal vez un ciego con gafas Ray Ban.

Este no es el primer caso público de discriminación que esta Iglesia y la familia Piraquive enfrentan. En el 2006 expulsaron a Iván Moreno Piraquive, hermano de la senadora, por su orientación sexual. En ese entonces Iván Moreno dijo a los medios que no hay diferencia real entre el Partido y la Iglesia, y afirmó que ambos son el negocio millonario de la familia. Por apoyar a su primo también expulsaron al entonces pastor Óscar Jaír Bedoya, sobrino de María Luisa Piraquive, que contó que fácilmente recogen 1.000 millones de pesos en un mes y que le dicen a sus feligreses que si no votan por el Mira prácticamente están pecando.

En defensa de los Piraquive, el concejal Jairo Cardozo, también del partido Mira, dijo en su cuenta de Twitter que “eso no es discriminación sino requisitos establecidos por Dios. Cuándo ha visto presentador de TV mutilado. Son reglamentos”. Es llamativo que Cardozo equipare al predicador con el presentador de televisión pues aunque ambos tienen el trabajo de hablar en público, mientras el presentador presenta, el predicador representa a un conjunto de valores e ideas y a una feligresía. Con sus declaraciones, Cardozo muestra que antes que un grupo religioso, la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional es un negocio, que requiere de estrategias mediáticas y de propaganda.

El artículo 13 de la Ley 133 sobre libertad religiosa y cultos dice que las iglesias y confesiones religiosas podrán establecer sus propias normas de organización, pero precisa que dichas normas no deben ir en contravía de los “derechos y libertades reconocidos en la Constitución, y en especial de los de libertad, igualdad, y no discriminación.” Además y para mayor ironía, fue el Mira, con la vocería del senador Carlos Alberto Baena (esposo de una sobrina de María Luisa Piraquive, por si habían dudas de que es un negocio de familia) quien propuso la Ley 1482 del 2011 contra la discriminación.

Gran parte de las estrategias de marketing fueron inventadas por las religiones, que hasta ahora han tenido poca competencia en cuanto a penetrar masas con ideas opiáceas. Aunque la religión es una excelente plataforma política es cruel, injusto, inmoral y hasta peligroso, aprovecharse del miedo y la fe de la gente para lucrarse, sea desde el púlpito, desde los cargos públicos, o peor, ambas. Pocas cosas tan ruines y dañinas como equiparar votar con comulgar, y más aún cuando se usa para discriminar públicamente al interior de una supuesta democracia.

@Catalinapordios