Estos son tiempos de libertad sexual, el goce y el placer es el valor que más practican jóvenes y adultos. Todo se fundamenta en los sentidos, en lo exterior, la belleza del cuerpo, el gusto, el oído, la vista, mientras tanto la vida interior permanece vacía, en una total ausencia de compromiso con Dios y consigo mismo.
Muchos dicen que los valores se han perdido y no es así, se han invertido, además son pocas las personas comprometidas con una formación en valores. El dinero, el placer, la vida light, la sexualidad sin compromiso empieza como una diversión y en la mayoría de los casos termina en adicción.
¿Castidad? ¿Qué es eso? Me dijo una joven en una ocasión. Según Wikipedia, “castidad’ es el comportamiento voluntario a la moderación y adecuada regulación de los placeres o actos sexuales, ya sea por motivos religiosos o sociales.
“Libres para amar” es el título de una serie de conferencias que se realizarán en Comfamiliar los próximos 9, 10 y 11 de agosto. El movimiento Castos por Amor, de la ciudad de Miami, ha sido invitado para hablar sobre amor, sexo, libertad y responsabilidad. Basándose en su experiencia y cambio de vida, propondrán a los jóvenes una nueva visión de la castidad, no solo como abstinencia, sino como medida de prevención al alarmante crecimiento de enfermedades de transmisión sexual.
Es un llamado también a las familias, a los matrimonios para concientizarlos de la importancia de la fidelidad matrimonial, que es la causa de tantas separaciones. No solo se dirigirán a los unidos en el sacramento del matrimonio, sino a los casados civilmente y el rol importante de la educación sexual de los hijos.
El objetivo de este movimiento Castos por Amor es hacerles frente a los desafíos de estos tiempos, referentes a la castidad y fidelidad matrimonial.
“En la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es ‘disfrutar’ el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, ‘para siempre’, porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, cree que ustedes no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a ‘ir contracorriente’. Y atrévanse también a ser felices” (papa Francisco a los voluntarios JMJ).
Hay que decirle a la juventud: Honren su cuerpo, es allí donde va a vivir su maestría, su vida profesional, su familia.
Por Luz María P. de Palis
luzmapalis@yahoo.com.ar