Las mujeres de Barranquilla están dando mucho de qué hablar. Un día nos levantamos con la noticia de que Shakira fue nombrada por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, como asesora de su gobierno en asuntos latinoamericanos, el otro día tenemos a Sofía Vergara nominada a un Globo de Oro, el EMI u otro premio; Silvia Tcherassi y Francesca Miranda posicionándose como las mejores diseñadoras de moda en Latinoamérica, y Angie Cepeda con Valerie Domínguez triunfando en el campo de la actuación en el exterior.

En el contexto nacional, las noticias no han sido inferiores. Hace un mes, la psicóloga y directora del Learning Center del Colegio Nueva Granada de Bogotá, Annie Rehbein de Acevedo, fue galardonada por el Ministerio de Educación con la medalla Simón Bolívar, en la categoría Gran Maestro, por la implementación de un exitoso modelo de aprendizaje en niños y adolescentes con problemas emocionales y de aprendizaje. Para esos días, Tatyana Orozco
–que venía de ejercer una exitosa gestión en Probarranquilla– era designada como nueva viceministra de Turismo. En la cartera de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa viene haciendo mérito de esa designación hecha por el Presidente de la República.

En el plano local, el boom es más notorio. Para nadie es un secreto que detrás del pujante desarrollo socioeconómico de la cuarta ciudad más poblada de Colombia está la exitosa gestión y desempeño de un equipo de mujeres de los sectores público y privado. Ayer precisamente, en el teatro José Consuegra Higgins, once distinguidas damas fueron homenajeadas por sus aportes y dedicación en los campos de la educación, emprendimiento cultural, creación artística, medicina, justicia y gestión social en la ciudad.

Decía Margaret Thatcher que “en la política, si se desea un discurso, hay que pedírselo a un hombre. Si se desea lograr algo, hay que pedírselo a una mujer”. Es tal vez por eso que en Barranquilla, desde un tiempo para acá, ha habido una verdadera avalancha de mujeres desarrollando brillantes carreras en importantes organizaciones que tienen que ver con el acelerado progreso de la ciudad. Pa’ la muestra varios botones: Elsa Noguera en la Alcaldía, María José Vengoechea en la Cámara de Comercio, Carla Celia en la Fundación Carnaval de Barranquilla, Beatriz Vélez en la presidencia del Comité Intergremial, María Eulalia Arteta en el Parque Cultural del Caribe, Alma Lucía Díaz-Granados en la vicerrectoría de la Universidad del Norte, y muchas más que se me escapan en el momento.

Repasando las notas periodísticas que reseñan a las ejecutivas más exitosas de Barranquilla salta a la vista la solidez de sus formaciones académicas (un buen número tiene maestrías y especializaciones en prestigiosos centros académicos) y la riqueza de sus experiencias profesionales. Con esas hojas de vida, muchas más mujeres deberían estar al frente de empresas y cargos públicos de mayor envergadura de Barranquilla.

En los campos de la educación, moda, cultura, arte, música y gastronomía, encontramos profesionales muy destacadas como Susie Steckerl, Beatriz Camacho, Amalín y Judy Hazbún, María Trillos, Ana Cristina Bojanini, María Isabel Castro, Daniella Mass, Marta Daza, Carmen Nicolela y las 11 reinas nacionales.

En el sector bancario, me atrevo a asegurar que el 99% de las entidades financieras de la ciudad son gerenciadas por mujeres barranquilleras, porque, entre otras cosas, son mejores en conectarse, gestionar múltiples tareas y no asumir tantos riesgos.

Sin duda alguna, una ciudad que todo el mundo considera como una de las ‘cunas del machismo’ podría estar sirviendo de modelo para la superación de la desigualdad de género (por lo menos en cargos directivos) en Colombia.

P.D: un reconocimiento muy especial a nuestra editora Anita y todas la enfermeras y educadoras de la ciudad.

Por Indalecio Dangond B.
idangond@hotmail.com