El Heraldo
Colombia

Los posibles antecedentes que ‘quebraron’ la lealtad de Jhonier

Psicólogos clínicos y forenses analizaron el perfil criminal del hombre señalado del doble homicidio  Abogados penalistas calculan el eventual monto de la sentencia. 

Jhonier Leal no le hizo honor a su apellido. “He tomado la decisión, de manera libre y voluntaria, de aceptar los cargos a través de un acuerdo con la Fiscalía y aprovechó la oportunidad para hacer mi manifestación de arrepentimiento pidiendo perdón antes que nada a mi familia”, esas palabras fueron pronunciadas por el hombre al confesar el homicidio de su hermano y el de su mamá, durante la noche del pasado 21 noviembre.

EL HERALDO consultó a psicólogos y abogados para poder entender la psiquis de este hombre y hacer un acercamiento a las posibles razones y motivos que desencadenaron el crimen, además de los escenarios jurídicos que podría enfrentar. 

La infancia de Mauricio y Jhonier transcurrió en la ciudad de Cali de forma “difícil”, pero siempre ante los cuidados de su madre, Marleny Hernández. 

Con los años Mauricio se convirtió en el estilista de las estrellas. A sus salones de estética iban reinas de belleza, cantantes y otras figuras del espectáculo, y, contrario a su hermano, Jhonier no tuvo suerte en los negocios que emprendió. Esto, según las autoridades, pudo haber sido una de las razones que motivó el doble homicidio. 

Una visión forense

Para Juan Isaac Llanos, psiquiatra y ex director de Medicina Legal, Jhonier tiene todas las características de un psicópata, pues es un tipo “que no siente culpa por los actos que hace”.

“Él es cínico porque programa todo lo que va a hacer, eso es típico en el psicópata, ya que organiza las cosas de tal manera que no lo sindiquen de ningún delito, pero como en lo forense no existe un crimen perfecto, quedó al descubierto”, afirma Llanos.

De acuerdo con el especialista, las personas con estas características son diagnosticadas por la psiquiatría moderna con un trastorno antisocial de la personalidad, donde utilizan todas las habilidades que tienen desde el nacimiento “para hacer maldades y conseguir lo que quieren”. 

“Estas personas cada día van perfeccionando más el delito para evitar ser descubiertos, miren cómo este tipo niega de entrada que él no lo hizo y además invita a que hagan una buena investigación para que el crimen no quede impune, es cínico”, destacó Llanos.

Sin embargo, para Jeisson Orjuela Acuña, psicólogo forense e investigador criminal, es muy temprano para poder realizar un perfil psicológico y criminal de esta persona, pues no tienen a la mano todos los elementos biográficos. 

“Hay una serie de connotaciones que no permiten la elaboración de un perfil psicológico de esta persona. Si bien es cierto que asesinó a su hermano y a su mamá, eso no determina un perfil específico. No se tienen datos de su historia clínica e información de su historia de vida”, argumenta Orjuela Acuña. 

No obstante, destaca el investigador que Jhonier no es un asesino en serie, por lo que no puede llamársele psicópata o sociópata, pero sí tiene un rasgo característico de los asesinos. 

“El comportamiento de este hombre denota que anuló la capacidad de empatía o sufrimiento de su víctima. Esto hace parte de un trastorno de la personalidad que lo llevó a instrumentalizar el doble homicidio. Este hombre sobrevaloró sus habilidades y pensó que podría tener un perfil bajo, estos son factores de los asesinos que creen que tienen todo controlado”, explica el experto. 

Otro factor que tiene en cuenta Orjuela es la causa que motivó el crimen. “No solo fue el factor patrimonio, sino que sus víctimas  (hermano y mamá) suponían un daño, riego y obstáculo en el ejecutor del homicidio. Las víctimas posiblemente le generaron motivos diferentes para configurar el crimen”.   

Desde lo clínico. Olfalith Narváez, psicóloga clínica, manifiesta que este tipo de personas, generalmente desde muy temprana edad, “vienen acumulando” una serie de experiencias dolorosas y frustrantes que van perfilando y moldeando su personalidad

La especialista se atreve a calificar a Jhonier como un “psicópata” a partir de lo que se va conociendo de él y lo considera como una persona “fría” y “calculadora”.

Otro de los aspectos que analiza la psicóloga es la condición sexual de Mauricio, que pudo generar algún tipo de reacción en Jhonier. “Las madres de las personas Lgbti han sufrido o han pasado primero por la no aceptación de sus hijos por parte de la sociedad, por eso tienden a sobreprotegerlos porque lo sienten débil y el otro hermano va quedando relegado y al final pueden tener el mismo proceder de Jhonier Leal”.

Entre tanto, María Eugenia Sarmiento, magíster en psiconeuropsiquiatría, coincide con Orjuela Acuña al explicar que la psiquis de una persona como Jhonier cumple con los criterios clínicos para una psicopatología, ya que posee una alteración de la personalidad que se caracteriza por la conducta de control, manipulación y falta de empatía por la situación generada. 

“Desde la infancia ellos vienen acumulando experiencias dolorosas debido al descuido por parte de su progenitora porque quizás ella prefería a Mauricio”, indica Sarmiento. 

Considera la experta que también habría que revisar si Jhonier tiene antecedentes de consumo de alcohol o de sustancias psicoactivas, lo que también lo lleva a tener este tipo de comportamientos.

Una mirada jurídica a la sentencia

Por aceptar los cargos de homicidio agravado por el parentesco, estado de indefensión y sevicia,  ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio, Jhonier podría ser condenado a una pena de entre 45 y 50 años de prisión, pero recibiría una rebaja de la pena de hasta la mitad de la condena al haber asumido los cargos.

Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, señala que con relación a la pena de Leal se debe tomar como base la pena del homicidio agravado (entre 33 y 50 años) y se fija la pena que, en este caso podría, estar alrededor de los 35 años, sumado a los otros delitos.

“En mi criterio se estiman 50 de prisión, a los que se le van a aplicar los descuentos de ley, por cuenta de haberse allanado, 50 %; sin embargo, dado que no se allanó en la primera audiencia eso puede bajar. De manera que sería razonable pensar en una condena de 50 años de prisión con un descuento del 40 % para un total de 30 efectivos en prisión”, calcula Bernate.

Iván Cancino, abogado penalista, considera que Leal estuvo “bien asesorado por sus abogados” ante la contundencia de la Fiscalía en cuanto a evidencia y argumento, para lograr un preacuerdo.

“Él busca negociar su lugar de reclusión y un descuento importante en la pena, por lo que la pena le puede quedar alrededor de entre 25 y 30 años, que, en caso de ir a un juicio, llegaría hasta 50 y en caso de hacerlo más adelante le podría pasar de 42 a 33 años”, argumenta Cancino.

El también abogado penalista José Moreno precisa que por los cargos que se le imputaron a Leal, la legislación colombiana contempla una pena mínima de 40 y una pena máxima de 60 de prisión, por lo que el señalado tenía la posibilidad de allanarse a los cargos y lograr un beneficio de hasta el 50 % o lograr un preacuerdo con la Fiscalía y conmutar la pena.

“Lo importante es tener claro que sí logra por medio de allanamiento el juez podría reducir hasta el 50 % en la pena que imponga, es decir sí puede imponer la pena mínima de 40 años, por lo que podría recibir hasta 20 de prisión. Frente al preacuerdo, depende de si la pena es fija, se establece con la Fiscalía, o si le otorga el beneficio y que sea el juez, a través de las dosificación punitiva, el que imponga la pena”, explica Moreno.

Entre tanto, el abogado Camilo Burbano, profesor de derecho penal y ex director nacional del Sistema Acusatorio, señala que Leal, al aceptar cargos, está buscando una rebaja de pena que se da precisamente por el hecho de evitarle a la justicia el desarrollo del juicio.

“Teniendo en cuenta el momento procesal en el que se desarrolló la aceptación de cargos, él tendrá una rebaja al momento de fijarse su pena que puede ir entre 33 % y 50 % de la pena que se le iba a imponer en caso de haber sido encontrado culpable en juicio. El caso es un doble homicidio agravado por el parentesco y otros delitos por los que se le acusa, el juez va a imponer una pena que puede estar perfectamente entre 25 y 30 años de prisión, hecha ya la rebaja punitiva”, detalla Burbano.

“Influye también la baja condición económica, lo que lo puede llevar a sentir envidia hacia el miembro de la familia que prospera, que es el preferido y tiene buenas relaciones con los demás”, considera.

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