El ministro del Interior, Armando Benedetti, reveló en la noche del sábado la identidad del colombiano que sobrevivió al ataque que las fuerzas armadas de Estados Unidos llevaron a cabo el jueves pasado contra un submarino que presuntamente transportaba fentanilo en el mar Caribe.
El hombre fue recibido el 18 de octubre por las autoridades colombianas en Bogotá horas después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, anunciara la repatriación a Colombia y Ecuador de dos supervivientes del ataque.
El colombiano fue identificado como Jeison Obando Pérez, de 34 años, según reveló el jefe de la cartera del Interior a través de un video que publicó en redes sociales.
Benedetti también entregó detalles del estado de salud de Obando Pérez y reiteró que será procesado judicialmente como presunto traficante de drogas.
“Llega a Colombia y va a ser procesado según la justicia porque presuntamente es un delincuente que estaba traficando drogas. Llegó con traumas en el cerebro, sedado, dopado, respirando con ventilador y fue atendido por las autoridades, pero sobre todo recibido por la Fiscalía”, sostuvo el funcionario.
Más temprano, el presidente Gustavo Petro había confirmado la llegada de Jeison Obando Pérez al país tras ser detenido por las autoridades de EE. UU.
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“Recibimos al colombiano detenido en el narcosubmarino. Nos alegra que esté vivo y será procesado de acuerdo a las leyes”, dijo Petro en un breve mensaje en la red social X.
Donald Trump indicó que la inteligencia estadounidense había confirmado que la embarcación “estaba cargada principalmente con fentanilo y otros narcóticos ilegales”.
Se trata de las dos primeras detenciones (un colombiano y un ecuatoriano) realizadas por Estados Unidos durante el actual “conflicto armado” que mantiene contra el narcotráfico, en el que fuerzas estadounidenses han hundido al menos seis embarcaciones en aguas caribeñas, dejando un balance de casi 30 muertos.
El despliegue de Estados Unidos en el Caribe, que comenzó en agosto bajo la justificación de combatir el narcotráfico cerca de las costas de Venezuela, ha causado una tensión creciente entre Washington y el Gobierno de Petro y del venezolano Nicolás Maduro, quien ve la operación como el preludio de un posible ataque contra el país.