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Tras 18 días de la desaparición de la niña de 10 años Valeria Afanador Cárdenas, fue encontrada muerta.

Tenía síndrome de Down. Estudiaba en el colegio Gimnasio Los Laureles en Cajicá (Cundinamarca). Hubo un receso de descanso el 12 de agosto y desapareció desde una cerca de arbustos que colinda con el río Frío.

¿Quién vigilaba a los niños en ese momento? Inicialmente se activaron todas las alarmas de búsqueda, monitoreando el río sin encontrar nada, más de veinte veces.

Su cuerpo sin vida apareció sin razón alguna el 29 de agosto puesto en el río.

Hipótesis y especulaciones han surgido sin fundamento hasta el momento.

Se supone que un colegio es un sitio seguro para los estudiantes y tranquilidad para sus padres, pero esta tragedia fue la excepción.

A sus padres y familia, abrazo póstumo.

Helena Manrique Romero