Ciclismo y mujeres: una relación de aporte mutuo
El club deportivo de triatlón Power Tri, está conformado por un grupo de ciclistas aficionadas y élites que rodando ejercitan cuerpo y mente.
Se puede decir que es una relación recíproca en la que el ciclismo les proporciona disciplina, salud y empoderamiento. Ellas, en cambio, le aportan belleza, entusiasmo y competitividad.
El club deportivo Power Tri, afiliado a la Liga de Triatlón del Atlántico hace tres años, está compuesto por un grupo de deportistas aficionados y élites en las modalidades de natación, atletismo y ciclismo.
Son 43 las chicas que salen a rodar por las calles y algunas participan en distintas competencias locales y nacionales. A las ciclistas no les pueden faltar sus zapatillas especiales, badana y jersey, casco, gafas, guantes, medias y una bicicleta de carrera, que en muchos casos son muy livianas de materiales como el carbono o el aluminio.
Con todas las precauciones de seguridad en las vías, tres o cuatro veces a la semana el grupo de mujeres se reúne en distintos escenarios para entrenar como Puerto Velero, el Gran Malecón del Río o la Vía al Mar.
Ellas comparten una misma afición en la que mejoran su estado físico, pierden grasa, se divierten y llevan una vida saludable en la que disfrutan de amaneceres y atardeceres.
Boris Tejeda Cerpa, entrenador certificado de triatlón, está a cargo de la selección Atlántico y también es el director del club deportivo Power Tri. Sostiene que cualquier persona puede practicar estas disciplinas y luego de varios entrenamientos, cada quien escogerá la que más se ajuste a sus capacidades.
“Estamos conformando un equipo recreativo y también a nivel competitivo. Se hace un proceso de adaptación y conocimiento sobre las tres disciplinas. A medida que eso se va desarrollando, la persona va buscando el nivel en el cual se sienta mejor”.
El profe ‘Boro’, como de cariño le dicen, se especializa en la formación de triatletas que sean capaces de responder a los obstáculos que se presenten, pero no solo en los escenarios deportivos.
“Esto hace que ellas se empoderen y que tengan una mejor respuesta ante cualquier adversidad que se les presente en la vida, además de la disciplina que les está brindando hacer ejercicio”.
Mirta Gutiérrez, deportista de alto rendimiento, confirma lo anterior y asegura que practicar ciclismo es muy parecido a lo que se vive en la vida diaria.
“En el ciclismo lo más duro a veces es soportar, si estás en una carrera no desfallecer, que tu cerebro de la orden de seguir y no parar. Así es en la vida, por más duro que sea, se debe continuar”.
Giselle Reyes, docente de historia e integrante del club deportivo, también visibiliza la relación del deporte con la vida. “Veo la relación muchísimo en la disciplina y en la constancia, el trabajo que muchas veces debemos tener”, afirma.
Las ciclistas del club coinciden en que hay una relación de intercambio. Más que entrenar el cuerpo, ejercitan su mente y se preparan para salir a rodar en la carrera de la vida.