A las 10 a.m. en punto, el arzobispo de la Arquidiócesis de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, le dio inicio a la ceremonia en la que se consagraría el Santo Crima. La catedral metropolitana de la ciudad, María Reina, fue el escenario de este evento religioso, en el que también hacían presencia más de 25 sacerdotes de la diócesis.
Los fieles católicos no se hicieron esperar. Antes de se iniciara la misa, el templo estaba repleto de feligreses que, mayormente vestidos de color blanco, deseaban ser testigo de la consagración de los óleos y de la renovación de las promesas sacerdotales. En medio del encuentro, el sermón de monseñor Jaramillo llamó a confianza y la misericordia con los enfermos.
Este representante de la iglesia hizo un llamado a todos los fieles barranquilleros y a los atlanticenses a que pusieran su voto de confianza en los mandatarios que dirigen los territorios en los que habitan, para que así estos espacios progresen. Visitar a los enfermos, a los presos y compartir la comida fueron otros de los mandatos de Dios que el arzobispo le recordó a todos los feligreses.
Con la consagración de los santos óleos y la renovación de las promesas sacerdotales de todos los sacerdotes que asistieron al evento, culminó esta ceremonia que se realizó en Barranquilla en el marco de la Semana Santa.