
La cabeza detrás de los tocados del Carnaval
Ever Manjarrés es uno de los creadores de los vestuarios carnavaleros que lucen cada año, sin falta, las comparsas Rumbón Normalista y Cumbión de Oro.
Dos mesas para cortes de telas en la terraza y una máquina de coser que se ‘asoma’ por la ventana, son las características que indican que se ha llegado a la casa del diseñador Ever Manjarrés, uno de los más destacados barranquilleros que, año tras año, trabaja por más de cuatro meses para que distintas comparsas luzcan sus tocados y vestuarios en el Carnaval.
Desde septiembre, el taller de confecciones de Manjarrés deja de estar encerrado en una habitación de tres metros de ancho por dos de largo y se expande a los cuartos y pasillos de la casa.
“Mi casa en esta temporada se convierte en taller. Cada rincón está lleno de trabajo para Carnaval, entre ellos tocados, telas, hilos, polleras, estructuras, etc.”, dice el diseñador, mientras observa una mesa de cuatro metros que está en la sala de su casa, donde normalmente se ubica el comedor y los muebles.
El taller de Ever se encuentra en el barrio Costa Hermosa, de Soledad, un sector donde vive hace más de cinco años y que le ha dado muchas alegrías al diseñador. “Yo quiero mucho mi barrio. Este año le hice el vestuario al grupo Zumba, que es de aquí del Hipódromo. Ellos se han destacado desde el primer momento en que aparecieron en el Carnaval”, cuenta.
Ever vive con sus hermanos Edilsa y Rafael, quienes también trabajan en los muchos quehaceres de la época carnavalera.
Edilsa, por ejemplo, es la encargada de coser los vestuarios. Rafael, por su parte, es experto en soldar los alambres para formar las estructuras de los tocados. Además de ellos, otras 23 personas conforman el equipo que trabaja en la realización de los cortes, costuras, en decoración y otros detalles de los vistosos vestuarios.
Es tanto el trabajo que, según cuenta el diseñador, las jornadas para él y su hermana se inician a las 5 de la madrugada y , durante la época del Carnaval, se pueden prolongar hasta la media noche.
El Rumbón Normalista lució los diseños de Ever en la Fiesta de comparsas que se realizó el pasado sábado.
Vida y trabajo. Manjarrés nació en el municipio de Remolino, Magdalena, pero se trasladó a Barranquilla junto a sus padres cuando era muy joven. Tiene 50 años.
“Yo nací con el talento artístico y desde muy niño empecé hacer manualidades. De ahí en adelante vi que tenía inclinación para el arte y elaboración de prendas artísticas”, relata.
Para él sus inicios en el Carnaval se remontan al año 1986, tiempo en el cual lo descubrió el reconocido coreógrafo barranquillero Ramón ‘Moncho’ De Castro, quien en ese entonces dirigía la Fanfarria del Carnaval.
El coreógrafo apreció su trabajo en una pareja del Club Alemán, quienes lucieron diseños de Ever en el certamen del que resultaron ganadores.
“Él se dirigió a mí para invitarme a hacer los vestuarios y tocados de su comparsa, que era una de las mejores de la época”, dijo.
“Ha dado la casualidad que siempre fueron vestuarios que engalanaron el Carnaval de Barranquilla y que fueron éxito con el público. De ahí en adelante, la gente fue conociendo mi trabajo y me fueron recomendando”, contó Manjarrés.
Tiempo después, por medio de ‘Moncho’, Ever conoció al diseñador Jaime Donado y a partir de allí empezó a trabajar con personalidades de la ciudad como Diana Margarita Alejo, señorita Atlántico 1988. Más adelante, con Maribel Gutiérrez, también representante del departamento que logró obtener la corona de Miss Colombia en 1990. “Yo le hice los tocados de fantasía”, asegura.
Este barranquillero no estudió una carrera profesional y cuenta que su única preparación ha sido un curso de cortes que realizó. Sin embargo, eso no le ha impedido crear vestuarios para grandes danzas que participan cada año en el Carnaval y que logran obtener Congos de Oro.
En ese vínculo creativo lleva más de 15 años confeccionando los tocados y vestuarios de fantasía del Rumbón Normalista, de la Escuela Normal Superior, y los del Cumbión de Oro. Actualmente sigue trabajando con esas danzas y con la del Conjunto Folclórico Nacional Ekobios, de Cartagena.
En 2014, Ever Manjarrés se apuntó a la tarea de vestir a Nickson Padilla, rey Momo infantil, al que diseñó cerca de 30 atuendos que lució el niño en los diferentes eventos del Carnaval. “Este niño sobresalió tanto que la gente empezó a preguntar quién era el que le confeccionaba los vestuarios y fue así como empecé a darme a conocer mucho más”, expresa el diseñador mientras mira una revista dedicada a la fiesta barranquillera en la que salió una pequeña reseña sobre su trabajo.
Rafael Manjarrés se encarga de soldar los alambres para las estructuras de los tocados.
Post Carnaval. Durante el resto del año, el diseñador de tocados trabaja de la mano con la Institución Educativa Alberto Pumarejo, de Malambo, creando y materializando los vestuarios de los bailes intercolegiales.
En uno de los eventos que realizó el colegio, el pasado 6 de octubre, la reina del Carnaval Marcela García Caballero fue invitada de Honor y Manjarrés le obsequió un tocado que él mismo había decorado. “Nosotros la invitamos al colegio Pumarejo para un festival de danzas, le entregamos un tocado de congo muy bonito. Ella se fue muy feliz”, relata el diseñador.
Una de las anécdotas de Ever es que en 2005 un Carnaval “corto” le hizo pasar un mal rato. “El tiempo fue tan corto y corrí mucho con el vestuario del Cumbión de Oro. Sentí mareo, estrés y pensé que no iba a cumplir. Los dueños también se pusieron nerviosos, pero gracias a Dios pudimos hacerlo. Por eso decidí empezar con más tiempo y reforzar el personal para terminar más rápido”.
Este año, un nuevo Carnaval corto tiene al taller y a todo el equipo en una marcha contrarreloj. Poco a poco las telas, plumas, lentejuelas y pedrería van tomando forma para amoldarse a los cuerpos que danzarán en la fiesta del folclor más importante del Caribe.